Un sueño es una pequeña bomba de relojería, tanto para lo bueno como para lo malo.
Un sueño se puede crear a partir de palabras, o de algo que hemos leído, o visto o vivido. A veces los queremos compartir y en otras ocasiones, el hecho de saber que esos sueños son algo personal, como un secreto, como algo muy nuestro, como nuestro pequeño tesoro, aquello que nos motiva y que inunda nuestra mente en los momentos más introvertidos.
Yo soy toda una soñadora ( como mucha gente, supongo)
Una experta en tener los ojos abiertos, el cuerpo en un sitio pero la mente muy muy lejos; a veces tan lejos que me preocupa no saber encontrar el camino de vuelta algún día.
Pero no me preocupa porque, a pesar de saber muy bien donde está la realidad y que es lo que esta comporta, mi mundo, lo que yo soy, son esos sueños y son motivo de lucha y de seguir adelante.
Son un combustible potente, una llama que arde y arde hasta que lo conseguimos, o para toda la vida.
Es el material del que estamos hechos, porque somos polvo de estrella, porque en el fondo provenimos de otros planetas, porque si no soñásemos no seríamos humanos ni seríamos capaces de encontrar nuestro camino en la vida.
¿Os cuento un secreto? creo que mi mayor sueño, es la aventura... en todas sus variantes, en todos sus significados, con todas sus consecuencias y estoy totalmente convencida, que quiera o no, ese sueño, me define como mujer y como persona.
Y ¿vosotros? ¿Sois unos soñadores? ¿Os gusta serlo?