Lo frágil de la locura, es esa luz incandescente que mal utilizada no hace más que cegarnos. Se suda el polvo en un baño de ausencias, y se despoja uno entonces de las dudas que algunas veces, la poca voluntad nos da.Nunca se va quien dice adiós, más aún se ausenta y desaparece quien queriendo estar, es convidado con un viejo dolor.