Lo he aprendido del Tai Chi

Foto: Ruben Sanchez

El Tai Chi es un milenario arte marcial nacido en China en el siglo XIII, cuenta la leyenda que su origen es atribuido al maestro Zhang San Feng quien al observar atentamente el duelo entre una grulla blanca y una serpiente ideó los primeros movimientos y posiciones basados en las destrezas de éstos animales.
He practicado Tai Chi regularmente en los últimos 4 años y los beneficios  son importantes: he mejorado mi condición física en general, el equilibrio, la flexibilidad y la concentración.
Sin embargo junto a estos beneficios , hay varios otros aprendizajes que quiero comentar:

• Disciplina: Practico 1 hora y media tres veces a la semana, martes y jueves en la tarde después del trabajo y los Sábados a las 9 de la mañana. Levantarme el día Sábado después de una semana laboral intensa, es un desafío que debo enfrentar cada semana, reconozco que me cuesta, pero la recompensa es mayor que el sacrificio. Sólo hay avance en una disciplina a través de la constancia y la persistencia.

• Persistencia: A veces siento que la nueva forma que estamos aprendiendo me supera, es muy compleja, llena de detalles que no recuerdo, que no tengo la flexibilidad suficiente para ese giro, patada o salto. Sin embargo con la ayuda del maestro y la persistencia es posible avanzar paso a paso y lograr los primeros avances. Al aprender la secuencia completa lo que queda es perfeccionarla, y esa es una tarea para toda la vida.

• Tolerancia: Las prácticas son comunes entre alumnos avanzados y alumnos nuevos, no es fácil a veces practicar junto a una persona que no conoce los movimientos, a veces chocas con ellos y te desconcentras, pero todos partimos igual y lo que sabemos también se los debemos a alguien que sabía más que yo cuando comencé. Apoyar a los nuevos alumnos es parte del aprendizaje.

• Curiosidad: Cada estilo tiene sus formas, cada forma sus detalles, podemos realizar un estilo con manos vacías o con armas, la curiosidad por lo que viene me mantiene motivado. Veo que estoy recién empezando y me queda todo un mundo por aprender.

• Amistad: Somos un grupo de personas unidas por una pasión en común: aprender este arte milenario, nos conocemos y ayudamos permanentemente

• Autocuidado: Un cuerpo sano aunque no perfecto, puede generar belleza y armonía, debo cuidar mi cuerpo y salud , esa es la clave, el círculo virtuoso de esta disciplina.