Lo publico y lo privado

Publicado el 05 diciembre 2012 por Karmenjt

No lo he podido evitar, les había prometido a mis hijos no volver a hablar de política en una sobremesa familiar, pero tal y como está el país me estaba mordiendo la lengua desde hacía rato, así que cuando mi hermano ha sacado el tema de las tasas universitarias no me he podido contener… y como siempre mi padre y yo hemos acabado discutiendo.

Yo soy una entusiasta defensora de la educación pública, en general de todo lo público y más ahora que está a punto de la extinción, y por eso llevo mal todo ese discurso neo liberal de que el estado del bienestar no es sostenible, que el todo gratis se tiene que acabar, que la escuela concertada es más barata que la pública… últimamente hay tanta ansia de privatizar con el pretexto de que la gestión privada es más eficaz que dentro de unos años me veo pagando hasta para cruzar la calle.

No dudo que al Estado le cueste más barata la plaza educativa concertada que la pública, al final y dependiendo de quien da la información el baile de cifras es tan farragoso y hay tantos factores a tener en cuenta que por no discutir me creo la peor de las posibilidades. Pero aunque sea cierto preferiría que no hubiesen colegios concertados, por lo menos no como lo son ahora en la mayoría de los casos, y no porque no esté de acuerdo con su ideario político o religioso, sino porque fomentan el clasismo. Conozco a bastantes padres que te hinchan a excusas: que si ellos estudiaron allí de pequeños y guardan un buen recuerdo (¿de los curas y monjas?), que si están más controlados que en la pública (a mi me han llegado a preguntar estos mismos padres que si es verdad que en el Instituto Público donde van mis hijos se trafica con droga), que si el nivel educativo es más mayor (será porque les hinchan a comprar libros y material escolar como si se acabara el mundo), y al final y con la boca pequeña suelen apuntar una de las verdaderas razones: “es que la pública está llena de inmigrantes”, y claro se ve que eso desluce mucho.

Así que preferiría que con los millones del concierto educativo se construyeran más colegios públicos (ya se que no llega, pero igual ahorrando unos años…), garantizando la educación gratuita e igualitaria a todo el mundo. Y que el que quiera bonito uniforme y presumir de centro que se vaya a uno privado 100% si su bolsillo se lo permite. Que ahí si hay de todos los colores.

Mientras tanto seguiré despotricando contra los recortes en la educación pública, y contra el demencial incremento de las tasas universitarias, y contra la concesión a la Iglesia con la nueva asignatura de valores éticos, los nuevos exámenes de reválida… y en general contra la nueva Ley Wert que no tiene desperdicio (ni beneficio).

Y de la lengua propia mejor no hablamos.