La casa se enfrió. Habíamos tenido cerrada una habitación con una gran ventana que no cierra perfecto, y hoy estuvo abierta. Además, la estufa no se usó en todo el día, y faltó ese calor. Prendimos dos velas y se sintió el cambio de temperatura. No tiene ciencia: es fuego; pero me impresiona. Dos humildes velas, una nueva, y otra a la mitad; dando de sí una flamita; dos flamitas haciendo lo suyo.
Silvia Parque