Ayer ganó España (leed, por cierto, esta maravillosa crónica de José Sámano, de El País) y demostró a la maquinaria infalible alemana que la unión hace la fuerza. El propio seleccionador teutón, en un arranque de deportividad y clase, lo admitió sin ambages: “Son un equipo maravilloso (…). Han hecho un grandísimo equipo, con una unidad increíble”.
Tras la euforia de la victoria y el histórico pase a la final del Mundial, sólo falta que lo que ha unido el fútbol, no lo separe el hombre.
ACTUALIZACIÓN: Los compañeros de Radiocable.com han enlazado este artículo en uno relacionado con la repercusión que ha tenido el Mundial en la blogosfera. Os dejo el enlace.