Miguel Parra
Las plantas tienen una estructura distribuida. No concentran sus funciones en órganos concretos. Poseen estructura modular. Si pierden un trozo, no ocurre nada grave. La planta se regenera y sigue existiendo con todas sus funciones. Su modo de vida estático ha dado lugar a otras formas de adaptación. Expuestas al apetito voraz de los herbívoros, la distribución de las funciones por toda la planta ha posibilitado su supervivencia. Esta distribución uniforme implica otras formas de percibir la realidad, de comunicación social y de inteligencia. A lo largo del libro los autores desmontan los viejos prejuicios. Atribuir percepción, inteligencia y relaciones sociales a las plantas no es ni una exageración ni una mera analogía. La estrategia argumentativa consiste, primero, en definir qué es ver o qué es una conducta inteligente, por ejemplo. A continuación comprobamos si lo que hacen las plantas encaja con esa definición. Los autores dicen que las plantas tienen nuestros cinco sentidos y otros quince más. Las plantas son capaces de detectar la luz mediante sus fotorreceptores. También son capaces de emitir y reconocer determinadas moléculas, los olores. Hay plantas que reaccionan si las tocas, se retiran, como la Mimosa pudica. Las plantas trepadoras palpan los objetos. Y las raíces bordean las piedras molestas. También detectan vibraciones, sonidos, y ciertas frecuencias les favorecen más que otras, por ejemplo para la germinación. Incluso emiten sonidos: una especie de clic, por rotura de las paredes celulares, y que podría servir para comunicarse, a través de las raíces. Los otros quince sentidos incluyen la capacidad de localizar humedad, la gravedad, campos electromagnéticos, medir gradientes químicos…Del mismo modo se aborda la comunicación y la inteligencia. Aunque los vegetales no disponen de cerebro, son capaces de enviar mensajes interna y externamente. La inteligencia que exhiben es distribuida también. Solucionan problemas. Encontrar agua y nutrientes o ser capaces de reconocer a los enemigos requiere procesar información y dar una respuesta eficaz. Los enjambres de raíces muestran propiedades emergentes, inteligencia global, al modo de internet. Los autores aportan numerosos ejemplos sobre investigaciones que se están llevando a cabo y que prometen abrir nuevos senderos para la ciencia, la tecnología y la filosofía.http://www.diariodejerez.es/article/jerez/2048252/lo/ignoran/las/plantas.html