Hoy me preguntaba cómo llegó un virus desde Wuhan, China, hasta el pueblo en el que vivo. Sí se cómo. Me lo preguntaba como diciendo: "qué sorprendente".
Me lo preguntaba mientras iba en camión a la ciudad para ver a una amiga y luego a otra amiga. Tal como están las cosas, es la última salida "por gusto" hasta que el semáforo vuelva a amarillo.
Ya van a ser tres años...
Así como no esperaba una pandemia, no esperaba el trabajo que ahora tengo o volver a engordar o sentirme lista para una "compañía sexoafectiva". El año que pasó me enseño que de verdad - de verdad no sé lo que va a pasar.
También me enseñó a desprender mi afecto de la presencia de personas a las que amo y no quieren estar conmigo por la razón que sea: porque directamente no quieren estar conmigo o porque simplemente están en una vida sin mí y no vengo al caso.
Vamos a ver qué aprendemos ahora. Hace años empiezo el año el 3 de enero, pero digamos que esta semana es de ensayo, de preparación; este fin de semana hago la transición y el lunes estaré completamente instalada en el 2022.
Silvia Parque