Casi cada día ocurre algo terrible en alguna parte del mundo; cada día se suma alguna evidencia de descompostura social a mi alrededor; no intentaría comentar cada una, ni resaltar lo que más me indigna o lo que más trasciende. A veces, comparto lo que me hace pensar algo de lo que pasa.
Hoy, luego de la muerte de 148 personas en una universidad de Kenia [AQUÍ una nota], me detengo a contemplar la diferencia entre el impacto de esta masacre, y la de otras. Dice Susana, en ESTA entrada, que en Europa no se presta atención a la difícil situación de los cristianos en Medio Oriente. Yo no sé qué es lo que haga la diferencia para volver a un "evento" foco de atención. Muchos medios de noticias han dado a conocer lo que pasó en esta universidad keniana, pero la respuesta de la gente no es ni de lejos la que he visto ante otras atrocidades. Luego pienso que las reacciones multitudinarias tienen tanto de espectáculo, tanto de implicación meramente sensible, que quién sabe si serán deseables...
Silvia Parque