Tengo una lata de La lecherita, con leche condensada en el fondo y las paredes. Mi dedo meñique ya no es capaz de recolectar más. Habría que quitar toda la tapa con un abrelatas, y hace años que no tengo uno.
Es casi tan malo como la mostaza o la mayonesa que queda en el fondo de un bote de plástico, de los que tienen un cuello estrecho. Yo compro frascos de vidrio, pero he pasado por esa experiencia.
Silvia Parque