No creo en todas aquellas malas palabras que me dijiste cuando estuve mal, y justamente necesitaba un abrazo.Ni en las personas que me hicieron daño e incluso, en ti cuando te dije por primera vez que te quería y tú, huiste (sabiendo que también sentías lo mismo por mí) en la burla y humillación hacia mí, para… yo qué sé.Ni quiero creer en todos aquellos momentos los que me hacían pensar que me buscabas al llegar a un lugar. Ni en esas sonrisas tontas que, sin saberlo, te sacaba. Ni si quieras las ganas y el deseo que nos hacía estar más lejos de lo que, en verdad, estábamos (sin saberlo).No quiero creer que tan sólo es una excusa la que necesitabas para dejarme de hablar, y pensar que soy mala persona por haber tenido un mal día.Ni creo en lo injusta que fui cuando exploté toda la ira que sentía y expresarla libremente. Esperaba no creerte cuando me decías cuánto me querías, porque al hacerlo te llamo imbécil tantas veces posible al día; y lo gilipollas que soy de haberme enamorado de ti.No quiero creer que me volverás a rechazar cuando te vuelva a decir que me gustas, hasta que por fin te des por vencido. Ni siquiera creo lo realmente cierto que puedes ser.
Lo siento, pero no te creo.