Revista Talentos
¡Aquel sueño parecía tan real! Cuando llegó a su casa, lo abrazaron sus abuelos y su hermana, hermosa como en el retrato sobre el piano. Él recordó que su valija había quedado en el tren. —No te preocupes, ya no la necesitas— dijeron, llevándolo al cuarto donde estaba su féretro.