Lola y el chico de al lado, Stephanie Perkins

Publicado el 29 mayo 2013 por Olgasalar

Para la diseñadora de moda en ciernes Lola Nolan, las prendas de ropa más llamativas, más brillantes, más divertidas, más salvajes, siempre son las mejores. A pesar de su estilo extravagante, Lola es una hija ejemplar y una buena amiga, y tiene grandes planes para el futuro. Todo en su vida parece bastante perfecto (incluso su guapísimo novio roquero) hasta que los gemelos Bell se mudan de nuevo a la casa de al lado.
Cricket Bell ha vuelto y quiere arreglar los problemas del pasado. Y Lola deberá reconocer sus verdaderos sentimientos hacia él.

Comencé Lola y el chico de al lado con las expectativas muy altas, Un beso en París me encantó, y pese a mis temores Perkins ha vuelto a sorprenderme.
Es una autora que sorprende con cada nueva novela, su estilo es fresco, cercano, y sus personajes fascinantes.
Lola es un personaje diferente, pero no es la única, su familia también lo es, al igual que lo es la de Cricket o Lindsey, la mejor amiga de Lola.
Decir que Lola es única puede resultar chocante y cierto a la vez, nunca viste del mismo modo, jamás es aparentemente la misma persona. Le gusta disfrazarse y es capaz de llevar botas de agua y chubasquero en un día de radiante sol, pero ese es parte de su encanto. Como también los son sus defectos y su incapacidad para ver la realidad que tiene delante.
"Tengo tres deseos muy simples. La verdad es que no es mucho pedir.
El primero es ir al baile de invierno vestida de María Antonieta. Quiero llevar una peluca tan elaborada que un pájaro pueda confundirla con un nido, y un vestido tan ancho que solo pueda entrar en el baile por unas puertas dobles. Pero, eso sí, cuando entre me subiré la falda y enseñaré mis botas militares de plataforma para que a nadie le quepa duda de que, pese a los volantes, soy una punki de corazón"
Y luego está Cricket, para mí el personaje más adorable y achuchable de la novela. Es un hermano atento, el estudiante modelo y el chico que casi todas quisiéramos tener al lado. No quiero decir con esto que sea perfecto, los personajes de Perkins son reales, meten la pata como cualquiera de nosotros.
Por otro lado y dándole una chispa de frescura a la novela están los padres de Lola, una pareja gay que se empeña cada domingo en someter a un tercer grado al novio de su hija.
Y finalmente están Ana y St. Clair, un regalo que la autora nos brinda a los fans de la pareja. Me he pasado la novela pendiente de cada aparición, deseando saber más de su historia.
Resumiendo, una bonita historia que habla del amor, la amistad y la importancia de las segundas oportunidades en un barrio colorido y vivo que se mimetiza con la protagonista.