Revista Diario

Los asuntos espirituales y el dinero

Publicado el 18 enero 2019 por Decorarmonia Priscilla Locke @decorarmonia

Vivimos en un mundo material que se rige en un sistema que utiliza el intercambio de valores. Este intercambio de valores son las transacciones que conocemos como compra venta. Para los asuntos mundanos parece no haber problema con ello. Pero cuando hablamos de temas espirituales entramos en terrenos que pueden ser pantanosos. En el campo de lo espiritual obviamente no hay algo tangible o comprobable. Si no se tiene cuidado, es fácil caer en manos de gente astuta que busca sacar provecho del profano. Cuando una persona no sabe algo, resulta sencillo estafarla. Las cosas metafísicas adornadas con un lenguaje rimbombante pueden ser usadas para cometer fraudes.

Por ejemplo: una persona busca guía espiritual. Si esta persona no tiene una base sólida y un marco de creencias sustentado en conocimiento, es muy probable que sea presa fácil de sectas, curanderos o brujos de mala procedencia. El conocimiento es poder, por ello invito siempre a mis lectores a leer mucho, a leer de varios autores y a ver cada tema desde varios puntos de vista, a no negar su experiencia propia ni a cegarse en fanatismos o excesivo escepticismo. Así, la búsqueda de orientación espiritual dará buenos frutos. El conocimiento es poder.

En el campo de lo espiritual, es fácil ser engañados. Si alguien te dice que tienes el aura contaminada ¿cómo creerle? El autoconocimiento es sin duda el más importante de los conocimientos. Un “aura contaminada” obviamente tendría consecuencias que se reflejan en el campo de lo físico. El conocer el propio cuerpo ayuda a reconocer prontamente las señales de peligro. Primero debes descartar un problema orgánico, de pronto una baja de tus defensas, cosas que puedes comprobar con un examen médico de toda la vida. Si se elimina la causa física y el efecto continúa, la causa “aura contaminada” podría ser verdad… hasta cierto punto. Pues lo espiritual al no tener forma se describe vagamente, lo cual conviene al timador, ir desde lo general y según las pistas que va dando el incauto, acercarse a la exactitud. Una especie de lectura del silencioso lenguaje corporal con fines que benefician al estafador en perjuicio del consultante.

El consultante atento, no se deja engañar, pues ha leído, comprende las causas, no se deja llevar por una autoridad pues ha aprendido a experimentar y a desarrollar su propia intuición y astucia.

En aspectos de los cultos y las comunidades religiosas, cabe la duda: ¿es válido cobrar por servicios religiosos? Nuevamente es pertinente recordar que vivimos en un mundo material donde los servicios básicos cuestan dinero. Para mi punto de vista, la contribución económica al servicio religioso constituye una donación para la causa. Y se supone que quien se considere adepto a un culto, valora el aspecto ceremonial y comprende que existen insumos que ahí se consumen. Es el valor que se le da a algo lo que equivale a dinero. Siempre que se lo vea así, y no como una compra anticipada de favores celestiales post mortem, es ahí cuando empezamos a atraer pastores que cobran diezmos, o servicios religiosos onerosos en una forma exagerada. La mecánica para obtener estos recursos de parte de los feligreses ya depende de cada culto, la ofrenda, en otras palabras, donación voluntaria, o el diezmo, una especie de impuesto sobre la renta del devoto. Que cada quien acepte y entienda lo que esta transacción significa: un pago a los costos de la ceremonia que recibirás, en ningún modo estarías pagando por el perdón de pecados, indulgencias, sacar del purgatorio a un familiar fallecido, entre otras vivezas.

Los gurús de autoayuda que exprimen a sus seguidores cobrándoles por soluciones obvias, cursos de un fin de semana que ofrecen abrir el tercer ojo, o volverse canalizador del Angel Gabriel, o brujas que atisban trabajos o hechizos de magia negra que solo “ellas pueden desatar”. Todos estas son otras formas de dinero mal habido en lo espiritual bastante frecuentes. Estas formas de estafa no existirían si no hubieran personas sugestionables dispuestas a pagar. Existen porque son los crédulos los que las generan, pues ellos se prestan a seguirle el juego al astuto, quien aprovecha la $ituación. En otras palabras, el ser ingenuo atrae al avispado.

Los embaucadores de la fe no existirían si no existieran los crédulos. Los opuestos se atraen.Los asuntos espirituales y el dineroTuitea esto: Los asuntos espirituales y el dinero

La balanza de la justicia en perfecto equilibrio. Tarot Egipcio Kier

No puedo creer que alguien que supuestamente obra en campos espirituales, tenga la osadía de aprovecharse del desconocimiento ajeno. Pues uno de los conocimientos espirituales básicos tratan sobre la ley del karma, ineludible, recta, siempre vigilando. No podemos robar algo que pertenece a otro así sea de forma velada. El dinero que se obtiene por derecho de consciencia es siempre tuyo: son los talentos que tienes y que debes trabajar. Así se gana dinero: usando sabiamente los propios talentos para colaborar con los demás dándoles algo que les sirva, es decir intercambiando valor. El dinero cambia de manos de forma justa y fluirá continuamente. Si se hace de forma subrepticia, en cambio, el dinero se va. El equilibrio debe retornar, devolviendo a quien se le quitó y quitando al que lo obtuvo violando esta ley. Es ley. Alguien que se dice religioso, iluminado, gurú, master, reverendo, cualquiera sea el título, no debería nunca aprovechar la posición de autoridad sobre el conocimiento que maneja para obtener beneficio económico. El hacerlo da ganancia temporal, sin embargo a la larga, hay que devolver lo robado. No es castigo, es consecuencia. Desconocer esta ley hermética, o pretender violarla, es para mí una clara muestra de la falsedad espiritual. En otras palabras, quien desconoce esta ley hermética no es de ningún modo un iniciado en ningún campo esotérico, mágico, místico o espiritual.

El intercambio de valor por tanto, debe ser justo para que el flujo de dinero continue de forma armoniosa. Pedir dinero a cambio de palabrería o pases mágicos no es moral. Sin embargo, los conceptos de moralidad cambian de acuerdo al individuo.

¿Por qué cobras por leer el Tarot?

La ética me impide pedir dinero sin dar algo valioso a cambio. Mi tiempo es mi mayor recurso, el tiempo es oro, y no solo mi tiempo, el de todos nosotros. Por eso valoro el tiempo que la otra persona invierte en escuchar mi consulta. Y le pongo un precio a ese tiempo para que el consultante valore mi consejo. Yo quiero ayudar a las personas de forma genuina, me he dado cuenta que una consulta gratis no es tan apreciada como la consulta que tiene valor monetario.

En este vídeo explico más a detalle sobre el cobrar las consultas de Tarot, razones que se pueden aplicar a cualquier tipo de consultoría espiritual, adivinatoria y esotérica.

No cobro por rituales, pues los rituales deberían ser actuados por la persona directamente interesada, dado que el elemento emocional solo puede ser puesto por esta persona. Involucrarme yo y pedirles dinero por ello sería sacarles la plata, como cuando una bruja te hace endulzamientos, para ella es ponerle miel a una manzana, para ti, entendiendo el simbolismo de la miel y de la manzana y aplicando la emoción necesaria para la situación que deseas endulzar, el ritual es una forma simbólica de crear una realidad desde otra diferente. Es magia. Y por la magia no se cobra.

© 2019, Pitonizza Punto Com. Licencia de uso: Atribución-SinDerivadas CC BY-ND

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