CADENCIA
El puente busca su reflejo sobre el río
reconociendo en su cadencia
que soñaremos el perfil de la ternura,
que se acompasarán nuestras manos
al terciopelo de la tarde,
que los brotes de esperanza nos inundarán la mirada.
La ciudad se despierta entre susurros
para dar fe de que la luz
tiene vocación de permanencia,
para mirarse en los espejos
que se vuelven madera en cada nombre,
para modelar al niño que nos duerme en el regazo
y saberse memoria en cada gesto repetido,
raíz al compás del sur que nos habita.
Se renuevan los ritos del tiempo,
se pronuncian las palabras
que nos volverán sagrados,
se reviste el alma de ruan
y su aliento se ciñe de esparto,
para dar forma a la Vida que nos desborda
respiraremos hasta descubrir su esencia.