Los coches de Nacho y Rufián… 2

Publicado el 18 agosto 2010 por Rufianynacho

  

¿Es este coche un Mégane Classic? Sí, un Mégane Classic del 2000. ¿Está este Mégane Classic en una calle cualquiera de un barrio cualquiera de una ciudad española cualquiera? Sí.  Entonces es un coche que puede tener cualquiera en un lugar en el que puede vivir cualquiera, ¿no? Pues sí, la verdad es que sí. Y en ello radica su encanto.

  

   Ya hace unos meses conté que yo sólo he tenido un coche en mi vida.Un Geo Prizm del 96 que me dejaba tirado cada dos o tres días en las frías carreteras de Illinois.  Así que éste no ha sido sido mío propiamente dicho. Éste es el coche familiar, el coche de mis padres (aunque sea mi padre el que lo conduce).

   La verdad es que Rufián y yo nunca hemos sido muy rápidos en cuestiones vitales y, seguramente, tampoco muy hábiles. Por lo que yo tardé bastante en plantearme el sacar el carné de conducir. Me lo saqué con 28 añitos, que se dice pronto. Y como ya he mencionado que Rufián y yo tampoco somos muy hábiles, pues me lo saqué a la tercera en la prueba práctica (la teoría muy bien, pero es que Rufián y yo también somos mejores en la teoría que en la práctica).

   ¿Cómo me moví hasta los 28 años? Pues de equipaje, en avión, en bicicleta y en transporte público. Y muy bien gracias. Porque Rufián y yo somos grandes defensores de la bicicleta como vehículo urbano y del transporte público… bueno, quizás yo un poquito más. ¿Defendiendo la bicicleta y el transporte público en un blog de coches con el que pretendéis convencer una compañía de que os deje un coche y os patrocine  para recorrer Europa? Pues sí. Así de chulos somos.

   Nos explicaremos: Rufián y yo intentamos no ser dogmáticos y a la vez razonables y coherentes. Y entendemos que los coches son necesarios y muchas veces convenientes, pero también pensamos que muchas veces se abusa de ellos y defendemos un uso y consumo responsable de todo en general y de lo que pueda afectar al Medio Ambiente en concreto. Por eso, por ejemplo, defendemos también aquellos coches que consumen menos. Y la bicicleta y el transporte público son medios de transporte ideales para moverse por ciudad cuando los que tienen que trasladarse son una o dos personas. Y la bicicleta, además, es estupenda para mantener el tipín y totalmente ecológica , lo que la hace casi perfecta.

   Pero todo, por supuesto, tiene sus inconvenientes, claro, la vida es así… Porque… ¿Cómo llevar por la ciudad a Rufián en bicicleta? ¿En qué autobús o metro me dejarán subir con él viendo como veo, más o menos, perfectamente (al menos las cosas físicas)? ¿Cómo viajar en tren? ¿Cómo no sentirme un poco incómodo y culpable al meterlo en una jaula y mandarlo a la bodega de un avión (porque, claro, Rufián pesa más de 5 kilos). Rufián y yo pensamos que tanto los ayuntamientos como los diferentes gobiernos y compañías de transporte deberían preguntarse también esto y hacer algunos cambios… Un perro limpio y educado debería poder viajar en cualquier medio de transporte, ¿no?

   En cualquier caso, por estas razones Rufián y yo queremos recorrer Europa en un Ds3… Porque los coches a veces también son muy útiles y nuestro Ds3 no contaminará mucho…

   Y aquí es donde regresamos al Mégane Classic de mis padres. Un coche normal y corriente para una familia normal y corriente de una muy digna compañía francesa. El coche con el que aprendí realmente a conducir y al que hice mis primeros e inevitables rozones… De hecho, gulp, creo que algunos aún se pueden apreciar en la fotografía. Y a mí al principio no me gustaba mucho su línea, demasiado ‘classic’, pero es que es lo que es, un coche ‘classic’ y familiar. Y como uno siempre ha tenido un cierto sentimiento por lo europeo y lo francés… Pues ahí estuvimos, aprendiendo a aparcar, callejeando y asustando a algún quitamiedo. Argos ha recorrido media España montado en él y hasta Rufián ha hecho ya algún viaje cortito en su asiento de atrás… Primero con un miedo lógico, porque tal vez lo montaran en un coche antes de abandonarlo… y ahora subiéndose directamente y dejándose poner el cinturón para luego observar entre los dos asientos delanteros todo el recorrido y hacerse un ovillo cuando llega el anochecer.

   Pero todo cambia, el tiempo pasa y  Rufián y yo creemos que ya ha llegado la hora e tener nuestro propio coche, más concretamente un Citroën Ds3, y recorrer juntos en él toda Europa. ¿No pensáis lo mismo?

   Si pensáis los mismo no dejéis de haceros notar…

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   He escrito esta entrada al regresar de ver ‘Las vidas posibles de Mr. Nobody’ y, después de volver a casa por las calles semidesiertas de mi ciudad, Rufián me ha recibido como un loco de alegría (a veces se pone muy contento incluso cuando salgo del baño). Si dejasen llevar perros también al cine me hubiera gustado verla con él a mi lado hecho un ovillo... :-)