Los cuentos del can abu albalá

Publicado el 09 mayo 2014 por M.mercedes Osuna


                                         LOS CUENTOS DEL CAN ABU ALBALÁ
   Érase una vez, un hombre malévolo, bellísimo, de piel blanca, esbelto, castaño de pelo, algo rizado, atractivo, y con una sonrisa como la de Mona Lisa, o sea, enigmática.      Era el Can de Mongolia. Con su sonrisa y su voz melodiosa para ser hombre, seducía a  todas las princesas del lugar. Todas las doncellas de su Palacio estaban a su alrededor, siempre dispuestas a casarse con él, el gran Can Abú Albalá.
Sólo que nadie sabía que guardaba un alma oscura, negra, a excepción de una hermosa dama de la Corte, de pelo rojo. Era una esclava, que habían reclutado de las muchas guerras que mantenía el Can. La llamaban Atila, y su verdadero nombre era Judith.Le cambiaron el nombre, riéndose de su condición de pelirroja y esclava.      Atila veía el aura del Can Abú Albalá, pues tenía ese don. Sólo le servía para avisar al Can, de qué personas eran de confianza y quienes no.Atila, debía callar la maldad del Can Albalá, pues si no, peligraba su vida. Ella era la única que no seducida por la belleza de Albalá.
Una noche, Albalá, quiso que su dama de Corte, Atila, acudiera en su ayuda, por un mal sueño.-Atila, dime: ¿Qué significa mi sueño? ,¿por qué soñaba que mi cara era marcada por muchos lunares?.Y Atila le explicaba:-Pregúntate, mi Rey,¿qué implica que alguien tenga lunares grandes en la cara?. Dijo Atila.-¿Qué llamaría la atención?.-Exacto. Sea usted, mi Can Abú Albalá, más discreto en sus batallas y no cometa tantas tropelías contra el enemigo.-Atila, dijo el Can. Nunca me había fijado en tu belleza. ¿Dormirías conmigo sólo para disipar mis miedos?.-No , mi Can Abú Albalá, soy esclava y no digna de Reyes, Príncipes o Canes.-Está bien Atila, vete.Atila se fue algo confusa a dormir el resto de la noche. Por primera vez, vio que la “Oscuridad” se iba del Can Abú Albalá, por su consejo pacífico para con los enemigos.Y así fue como una esclava de cabellos rojos, cambió la vida de un malvado Rey, el Can Abú Albalá.Sin embargo, Albalá, jamás dejó libre a Atila, pues aunque no podía tocarla, ella le había transformado y en cierto modo, había quedado enamorado de ella, sin poder dejar de verla cada día de su vida.Atila tuvo grandes maestros en su infancia, vivió aquello con gran estoicismo y supo que había que adaptarse a aquel reino de Canes, pero que su Dios estaba de su lado, al haber cambiado la faz del Reino de Abú Can Albalá, al haber hecho una buena obra , al menos en su vida.
Y sin previo aviso, la vida le regaló una escapada: el Can Abú Albalá dejó sin cerrar una puerta, uno de esos días en los que sólo pensaba en el placer, en la lujuria, en la pasión. Y ese día, Atila pudo escapar ayudada de un criado que había corrido la misma suerte que ella.Y Atila se volvió a llamar Judith, y su amigo, el criado esclavo también, recuperó su nombre, de Amín, a Álvaro.
Moraleja: Todos los nombres significan algo:
Atila significa el azote de Dios.
Abú, significa el Padre.
Albalá significa El Dios.
Amín, significa Leal.
Álvaro significa: Leal, también.
Judith: mujer valiente.
Y etc...os dejo con el juego del significado de los nombres.
   FIN.
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