Los discapacitados y sus capacidades especiales

Publicado el 25 febrero 2012 por Perropuka

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¿Desde cuándo perder una pierna, o por distintas circunstancias -enfermedad, accidente,etc.- quedar parapléjico supone una automática disminución de la calidad de una persona?En este país, donde todo se resuelve a marchas forzadas - no es gratuita la expresión-, la caravana de discapacitados finalmente llegó a la sede de gobierno para reclamar su bono anual, con justa razón si consideramos que otros sectores menos necesitados  tienen este beneficio.A diferencia de las marchas indígenas, este acontecimiento no tuvo mucha prensa, más bien fue presa de la indiferencia generalizada; salvo, claro está, cuando asomaban sus sillas de ruedas a palacio presidencial. He ahí la explicación de que todo sector en conflicto, se empeñe tercamente en llegar hasta La Paz, para conmover a la ciudadanía y principalmente al Gobierno. “Que chillen mientras no sea en la puerta de mi casa”, pareciera ser la consigna de la administración de Morales y su negativa a solucionar oportunamente los conflictos, echándoles sistemáticamente la sospecha de motivos políticos.Naturalmente, el acontecimiento fue primera plana en todos los noticiarios (desplazando aunque sea por un rato la todavía fiebre carnavalera), y  como los principales actores fueron estas personas, los presentadores de televisión y radio, ya sea por parecer correctos, simpáticos o sensibles, recurren a una especie de manual de nuevos términos que de tanto oírlos suenan a banalidad y despropósito. Estoy cansado de escuchar todos los días, frases como, “las personas con capacidades diferentes” o “la personas con habilidades especiales”, como si el decir “discapacitados” fuese un crimen. ¿En verdad, ser discapacitado disminuye la inteligencia, o el razonamiento intelectual de esta gente para colgarle la etiqueta de “especiales”?, ¿o acaso el impedimento físico disminuye automáticamente la humanidad de una persona? En esta sociedad hipócrita, ¿ no se llama especiales a las personas autistas, o a las que padecen Síndrome de Down y otros trastornos cerebrales?No entiendo el afán de los medios por tildar alegremente a ciertos sectores, basándose irresponsablemente en la apariencia física, cuando debería corresponder aplicar los términos médicos o legales para evitar estos absurdos  que rayan en la ignorancia y,  más aún, se  incurre implícitamente en la discriminación, que aunque parezca benévola, sigue siendo discriminación. Alguna vez comenté, que el Gobierno, cuando tiene la presión social en sus narices, recurre a la vieja táctica de aprobar decretos y leyes como si de recetas de cocina se tratara. Lo dicho, en cuanto los discapacitados se hicieron sentir cerca de Plaza Murillo, el ilustre y levantisco (por levantamanos) parlamento,  declaró sesión de tiempo y materia para promulgar una ley de preferencias y protección para  este sector. Los discapacitados sólo quieren su bono, como los otros sectores,  y el Gobierno pretende calmar los ánimos con letra muerta, que todos sabemos,  no se cumple, como sucedió recientemente con la Ley de protección del Tipnis, que apenas los indígenas se fueron de La Paz, aprobó otra ley de consulta previa, apoyado en la petición de otros indígenas. No quiero enredarlos, para ser claros y concisos, el Gobierno primero actúa arbitrariamente y luego “consulta” si hay reacción. Es decir pisotean la Nueva Constitución, que ellos mismos aprobaron con su rodillo parlamentario.Es tremendamente injusto el trato inferior que se pretende dar a esta gente, con la oferta de un bono miserable que no alcanza ni a medio dólar por día. Los ciegos y otros sectores tienen mejores prestaciones. Aunque parezca increíble, hasta  los reclusos tienen un prediario de más de un dólar. Con estos antecedentes es perfectamente entendible la ira y frustración de los discapacitados. Hace un par de días, quisieron ingresar a Plaza Murillo, la zona cero del Estado, donde supuestamente todos los bolivianos sin distinción tenemos derecho a entrar. Pero  no, a pesar de sus condiciones, se les negó la entrada con el argumento de la seguridad; cinismo absoluto, cuando todos hemos visto, que las agrupaciones progubernamentales no tienen ninguna traba y a veces el mismo presidente sale a saludarlos, gesto que nunca hace con los demás.Fue patético el espectáculo de los discapacitados y su gente de apoyo haciendo frente a la barrera policial. Con tanta frustración acumulada, se las ingeniaron para arremeter con palos, piedras y otros objetos, llegando al extremo de desnudarse para causar mayor repercusión. No tuvieron éxito, fueron desalojados poco a poco. La refriega causó varios heridos, incluidos algunos policías. Cómo son las cosas, que el canal estatal de televisión publicó titulares como, “muchos policías heridos por agresión salvaje de los discapacitados”. Pobrecitos, no sabíamos que éstos tenían la capacidad de agredir a los indefensos policías. ¿Será ésta,la capacidad especial de la que hablan los medios? No pretendemos minimizar la violencia, que la hubo en los dos bandos; pero, póngase en el lugar de un grupo desvalido que ante la indiferencia estatal, se vio obligado a emprender una marcha de ruedas que duró cerca de dos meses, con todas las dificultades que ello supone, (en el camino murieron, un niño por accidente y un viejo por enfermedad)para finalmente llegar a destino y encontrarse con las puertas cerradas de lo que se supone es la Casa del Pueblo, como el mismísimo Morales la bautizó. Si mandar a la policía a prohibirles el ingreso, es parte del trato preferencial, entonces, ¿de qué estamos hablando?