[“Los forenses tenemos que reconocer nuestras limitaciones, que son muchísimas. Hay que rebajar la medicina forense al nivel que realmente debe tener y rebajar también el peso que la justicia deposita sobre las pruebas periciales que, desgraciadamente, es excesivo”
(Fernando Verdú, médico forense, profesor de Medicina Legal y Forense y Ética Médica de la Universitat de València, director del Máster en Medicina Forense de la Universitat de València).]
Enrique Villanueva, catedrático de Medicina Legal de la Universidad de Granada y presidente de la Comisión Nacional de Medicina Legal y Forense también reconoce el alto peso que ostentan las opiniones del forense en los juicios: “Resulta prácticamente imposible hacer prevalecer otra opinión”.
“La confianza que los jueces han depositado en los médicos forenses deriva de un merecidísimo prestigio creado a lo largo de un siglo de buen hacer. Pero el título no lleva aparejada la infalibilidad.”
En una encuesta realizada por la revista New Scientist a especialistas en análisis de ADN se desprendían estos dos resultados: 10 de 12 de estos analistas creían firmemente que la policía tenía mucha fé en los hallazgos de ADN y no entendían sus limitaciones y 9 de 13 creían que ocurría lo mismo en las decisiones judiciales.
Data de la muerte: “Es imposible darla de forma exacta. Cada cadáver evoluciona a su manera, depende de muchísimos procesos físicos y químicos, de un sinfín de factores. (…) Será siempre aproximada, siempre con un amplio margen de error”.
“Los estudios han mostrado cómo los expertos no pueden ni siquiera decir si una marca de mordida es humana, como para pretender reconocer quién la dejó”, señalaba Alicia Carriquiry, responsable del Centro de Excelencia de Ciencia Forense de la Universidad Estatal de Iowa (Estados Unidos).
La organización estadounidense Innocence Project se creó precisamente con (el) propósito (de) localizar y subsanar con pruebas de ADN, aquellos errores en las pruebas forenses que conllevaron el encarcelamiento de personas inocentes. En dos décadas ya han conseguido exculpar a 349 personas, de las cuales 20 eran condenadas a muerte, y encontrar al verdadero autor del crimen en 149 casos, según los datos que ofrece esta organización en su web. “Es cierto que hay muchas personas condenadas en base a pruebas periciales, que resultaron ser falsas. Muy pocas pruebas nos llevan a la verdad absoluta. Los peritos dudamos menos de lo que debiéramos. El ADN ha venido a ayudar muchísimo, pero tampoco lo resuelve todo”]
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Manual de Investigación Forense | Protocolo de Minnesota
El Protocolo de Minnesota o Protocolo modelo para la investigación legal de ejecuciones extralegales, arbitrarias y sumarias es un procedimiento modelo recomendado por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos para investigar crímenes de lesa humanidad. Wikipedia