Imagen | Hoovers.
“Los Fraguel”, nombre con el que se conoció en España, comenzó a emitirse en EE.UU en enero de 1.983. Cuando creó la serie, Henson ya era historia viva de la televisión, gracias a “Barrio Sésamo” o “Los Teleñecos”.
Sin embargo, en vez de conformarse sólo con secuelas de sus productos, Henson no podía dejar de inventar nuevos mundos. Estaba a punto de dar otro gran salto al cine, pero decidió probar con una serie en la que pudiera examinar temas como los prejuicios, las diferencias sociales, el individualismo… Así fue como dio con “Fraggle Rock”.
“Los Fraguel” mostraba la vida bajo tierra, en cuevas, de esas diminutas criaturas. Su único objetivo en la vida era disfrutar, como decía la canción de apertura. Bueno, también trabajaban: en concreto, media hora a la semana. Los más responsables, como Musi, incluso llegaban a hacer hasta dos o tres minutos extraordinarios por simple diversión.
Los Fraguel se movían en un mundo lleno de detalles y en el que había decenas de personajes distintos. No sólo eso, sino que en la cueva de Fraggle Rock había otras razas: los curris, por ejemplo, se pasaban el día trabajando. Mientras los Fraguel eran como la cigarra del cuento, los curris eran la eterna hormiga: no podían dejar de construir obras de ingeniería más y más complejas, sólo para que los Fraguel llegasen y se alimentasen de ellas.
Los cinco Fraguel que protagonizaban la serie (Gobo, Musi, Rosi, Dudo y Bombo) seguían la tónica habitual de las producciones de Henson: cada uno de ellos tenía un carácter diferenciado de los demás. Estaba el explorador, la artista, la atleta, el triste o el indeciso. Sin embargo, poco a poco esas características iniciales fueron haciéndose más y más complejas para lidiar con los problemas que se planteaban en Fraguel Rock.
En cualquier caso, donde tiene su mejor baza la serie es en el elenco de secundarios que conformaban este mini universo. Los guionistas de Henson hicieron un trabajo formidable y crearon personajes que, por sí solos, hubieran sostenido toda una serie (infantil o no) en aquella época y que aún hoy no lo harían.
Valga como ejemplo el Tío Matt, el viajero, el único fraggle que se había atrevido a salir al mundo exterior. Matt le enviaba postales a su sobrino para contarle sus aventuras entre las estúpidas criaturas (los humanos) y Gobo debe ir a buscarlas a la papelera del taller de Doc, la única persona de carne y hueso que aparece en la serie. La influencia del aventurero Matt sobre su sobrino es tal que éste está continuamente fantaseando con irse de Fraggle Rock y explorar nuevos mundos.
También la sabia montaña Basura, que aconseja a los Fraggle, y las dos ratas que viven con ella son ejemplo de la importancia de los secundarios en Fraggle Rock.
Si en su inicio Los Fraguel ya era una producción compleja, un universo en miniatura, con el paso de los capítulos se aumentó el detallismo. Por ejemplo, se llegó a dar un análisis completo de como es la sociedad de los curri y de por qué no pueden dejar de construir. Curiosamente, la serie pareció ser simple, los guiones nunca se enrevesaron y los niños siempre estuvieron en el punto de mira. Y hubo otra cosa que nunca se descuidó: la música.
Además de la pegadiza sintonía, muchas otras canciones poblaron la serie y, de hecho, la banda sonora al completo se reeditó en 2.007 en formato box-set, con todo lujo de detalles.
Fraggle Rock fue un éxito mundial y, como era habitual en las series de Henson, tuvo versiones diferentes según el país. En España, sin embargo, vimos la original, la de EE.UU, que duró cuatro temporadas. Hace poco se editó aquí una edición completa del show, que sin embargo lleva un tiempo sin aparecer por nuestras pantallas.
Fuente | Vayatele.
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