Revista Literatura
Empezaron contaminando el agua en algunos barrios, luego en ciudades enteras. Más adelante, le tocó el turno a los alimentos elementales como la leche, la carne, las verduras y el pan. Fue un trabajo meticuloso, sin que mediara denuncia alguna. De a poco, la gente comenzó a sentir los primeros síntomas.Algunas lagunas mentales, pequeños olvidos, aniversarios pasados de largo, cosas de todos los días que de pronto dejaban de hacerse. Hasta que un día, ya nadie tenía memoria.Y desde entonces, ganan siempre ellos. Los gobernantes de los desmemoriados.