Los Grandes Riesgos de Emprender en Pareja

Original de: Don Cuco

Puede creerse que emprender un negocio en pareja es un gran sueño a realizar. Esto es real ya que  idealmente ambos van en la búsqueda del mismo objetivo.

Sin embargo, si no se toman algunas precauciones y se actúa con madurez de ambas partes, este gran sueño puede convertirse en la peor pesadilla.

Si emprender un negocio por nuestra cuenta suena un poco a locura, emprender un negocio con tu pareja sentimental puede volverse la esquizofrenia en grado terminal. He aquí algunas razones para ello:

Las personalidades y habilidades no son complementarias

Un socio de negocios es muy similar a una pareja sentimental, se debe escoger con las mismas metas y objetivos. Deben tener habilidades complementarias; si uno es bueno en el trato con la gente y las ventas el otro deberá ser enfocado a los números, la productividad y las finanzas sanas.

Si no sucede de esa manera no habrá quien haga el trabajo necesario y se requerirá contratar a alguien más con la consiguiente merma a la rentabilidad del negocio así como los riesgos que ello implique.

Llevarse el negocio y sus problemas a la casa

No tiene nada de malo trabajar muy duro, incluso 24/7 si se requiere pero si las discusiones de negocio continúan en casa durante la hora de la cena o en los fines de semana durante algún paseo para relajarse existe un grave problema.

Es más fácil decirlo que hacerlo pero las cosas del negocio se deben dejar encerradas una vez que se abandona el negocio u oficina conjunta.

No saber enfrentar la evolución de los negocios o no saber decir “Hasta Aquí”

Imagínate que juntos emprenden un negocio relativo a algo de moda que promete ser medianamente duradero. Repentinamente alguien hace un desarrollo que vuelve obsoleto tu producto o servicio.

Si uno de los dos no sabe enfrentar dicho reto, los problemas que surjan pueden ser fatales incluso para la relación de pareja. Un buen análisis antes de emprender valdría la pena.

Establecer una  jerarquía entre ambos

Este error es demasiado común y uno de los más peligrosos. Va a haber momentos de tomar decisiones delicadas. El peor escenario es cuando uno de los dos es el jefe y tiene la costumbre de imponer su opinión y ademas cuenta con voto de calidad. Lo típico va a ser que imponga sus decisiones. Con esto lo único que va a ocurrir es que la relación sentimental va a resultar muy lastimada. Sobre todo si la decisión es la equivocada.

Otro riesgo de esto es cuando se hacen críticas o revisiones al trabajo del otro. Sí al final de cuentas la jerarquía es necesaria, deberá imperar un clima de mucho respeto entre ambos para evitar dañar la relación de pareja.

Dejar que el ego sea nuestro consejero

Debido a las responsabilidades o a la visibilidad que tenga cada uno es muy común que alguno de los dos sea más visible o conocido que el otro. Si la sociedad en pareja va a sufrir por causa de los celos profesionales el destino final será el fracaso.

Anticipen juntos esta situación, discútanla y eliminen los posibles celos. Es común escuchar que alguien le dice al hombre “jefe…” y la mujer, que jerárquicamente se acordó fuera la “voz cantante” diga en tono ríspido: “el único jefe aquí soy yo” . Pésima recomendación para el negocio.

Y tu; ¿Qué otros riesgos ves en una sociedad de negocio de una pareja sentimental?

Compártelo en los comentarios.