De forma casual al cavar la tierra cerca de una loma, hacen el hallazgo arqueológico más importante del siglo XX, cabezas de soldados y armaduras con sables semejantes a ancestros guerreros chinos de más de 2 mil años: El ejército fantasma de Qin Shi Huangdi. 8 mil soldados de arcilla formados y alineados en dos niveles bajo tierra, de unos 300kg de peso y 1,80 m. de estatura.
Emulando al Egipto del 4000 a C., la construcción se encuentra bajo una pirámide monumental al oeste de Xian, la tumba imperial de Qin Shi Huangdi (259-210 a.C.) a unos 51 m. de profundidad, según han confirmado arqueólogos chinos gracias a quipos de detección remota.
Otros científicos afirman que las técnicas actuales no garantizan que se puedan conservar adecuadamente después de estar expuesto al aire; los objetos bajo arcilla enterrados son capaces de conservarse lago tiempo sin estar expuestos al oxígeno. Por otro lado, fuentes cercanas a diferentes organizaciones arqueológicas constatan que dicho descubrimiento está siendo frenado por líderes políticos que no lo consideran económicamente rentable.
Pero ¿quién era Huangdi y que pretendía? ¿Hay alguna similitud con rituales del Antiguo Egipto en cuanto a protegerse de la muerte con su ejército del Mas Allá o sólo es pura casualidad?
Huangdi fue el primer emperador de la Dinastía Qín (221-210 a.C.). Unificó los 7 Reinos tras más de 160 años de guerra civil llamándolo China.
De entre los 7 Estados que conformaron y protagonizaron el periodo de los Estados Combatientes en la época final de la dinastía Zhou del Este, el reino de Qin fue el que alcanzó el poder sobre todos los demás, gracias a su superior desarrollo de la tecnología militar y a su sólida organización política y social. Dado que él mismo estaba firmemente convencido de que inauguraba una dinastía sin fin, añadió a su título imperial el carácter shi, que significa "primero". De este modo su nombre oficial quedó registrado en los anales como Shi Huangdi, al que más tarde se añadió el nombre de su dinastía: Qin Shi Huangdi, es decir, Primer Augusto Emperador de la Dinastía Qin.
Éste déspota nato, fue capaz de hacer del vasto territorio conquistado un estado unificado, centralizado y burocrático. La dinastía Qin, sin embargo, fue relativamente efímera (221-206 a.C.). Aconsejado por su ministro Li Si e inspirado en la filosofía legalista creada en el siglo III a.C. por Han Frei, estableció un sistema centralista basado en la aplicación de la ley mediante un riguroso código de premios y castigos.
La intolerancia ante cualquier filosofía o corriente de opinión que no se ajustara a las características de su gobierno tiránico originó la persecución de los seguidores de Confucio y la quema de libros confucianos. De éste modo, comprendió la necesidad de unificar los diferentes sistemas de escritura existentes en un único estilo que, a partir de entonces y gracias al desarrollo adquirido con la aparición del pincel y la tinta en la dinastía Han, se convirtió en el instrumento común de comunicación y civilización en el territorio chino hasta la actualidad.
El mausoleo imperial de Qin Shi Huangdi representa en la tradición funeraria china una absoluta innovación. Consta de varias zonas claramente definidas, entre las que destacan una colina elevada artificialmente, bajo la que se encuentra el túmulo imperial propiamente dicho con su ajuar funerario, y una segunda zona donde se enterró por primera vez una reproducción en terracota del ejército imperial.
Hasta esa fecha los ajuares reales se componían de objetos de bronce, jade, hueso e incluso figuras de madera de pequeño tamaño que representaban a diferentes personajes de la vida cotidiana. Era costumbre enterrar vivos a muchos de los sirvientes y concubinas, de modo que el difunto gozara de su compañía. Confucio fue el primero que criticó duramente tal costumbre, lo que dio pie a una sustitución paulatina de las personas por su representación en madera y más tarde en cerámica.
Más de 700 mil obreros trabajaron durante 38 años en el mausoleo de los Guerreros de Terracota.
En 2010 científicos chinos de la provincia de Gansu, encontraron también por casualidad un conjunto de escaleras simétricas y estructuras de madera bajo tierra. Pero ahora han revelado mayores detalles. La cámara funeraria tiene cuatro paredes con forma de escalera piramidal segmentadas en nueve plataformas, datos del Dr. Duan Qing Bo, Instituto de Arqueología de Michigan. Duan afirma que la edificación tenía la función de permitir el viaje del alma del emperador, según la creencia de la época.
Pero lo que guarda este impresionante ejército de arcilla, destinado a proteger al emperador en su mandato en la otra vida, podría ser aún más sorprendente:
En el año 81 a.C., el historiador Si Ma Qiahn (145-90 a.C.) el séquito fúnebre de Qin Shi Huangdi está rodeado de una reproducción de sus dominios, con ríos por los que fluye el mercurio, así como una bóveda celeste con gemas y perlas, haciendo representación a El Sol, las estrellas y los planetas.
El nivel del mercurio es superior a lo normal en estos casos, quizá por la ausencia de oxígeno, según fuentes arqueológicas. Un avanzado sistema de drenaje, para evitar que la cámara se inunde por las filtraciones del agua de lluvia y aneguen la tumba es otros de los hallazgos categóricos de esta fantástica construcción.
Se cree que el palacio subterráneo cuenta con características arquitectónicas, que según investigadores, han evitado ser saqueados. Si lo que encierra en su interior responde a las expectativas de algunos expertos y a la leyenda que se han ido forjando con los años, su excavación podría revelar datos de gran valor sobre la historia de la Antigua China.
La construcción del mausoleo se concibió a gran escala, como el reinado de su huésped, quien no pudo alcanzar la inmortalidad que buscó en vida. Duró 38 años y precisó el trabajo de 720 mil artesanos. Consta de diferentes estancias y estructuras.
Se han encontrado 166 restos humanos, supuestamente pertenecientes a trabajadores asesinados o enterrados vivos para que no divulgaran los secretos de la construcción funeraria. ¿Quiénes eran? ¿Realmente eran trabajadores, esclavos, o presos de Huangdi?
En ésta sociedad esclavista se pensaba que al morir su señor, la vida de su séquito y servidumbre ya no tenían sentido, siendo una mentalidad muy arraigada. El emperador murió quizás por causas naturales pero de su sequito hay evidencias de que no. Se les suministraba una solución a base de vino y veneno justo para que perdieran el conocimiento y no despertaran. Entre los muertos había uno de los hijos no regente del emperador.
Ser elegido para morir por el emperador representaba un honor para sus lacayos, incluso se peleaban entre ellos para ser enterrados junto a él, de ahí el grado de ignorancia de la sociedad por aquel entonces.
Si la dinastía de Huangdi debía permanecer 10 diez mil años, como él quería, sería un desperdicio que sus hijos y nobles murieran al mismo tiempo que él. Entonces fue cuando lo quiso intentar con figuras de arcilla. A ciencia cierta, Huangdi no sabía si su sequito cobraría vida en la muerte pero con soldados quiso arriesgarse