Son vecinos de un viejo pueblo
D. Tadeo el rabioso cartero
Que tirando va las cartas por el suelo.
D. Guzmán el fantasioso alfarero que
Entre arcilla y arcilla sueña su anhelo.
D. Frasco, el viudo aventurero
Que a las señoras levanta el velo.
Y el viejo verde D. Torcuato
Que cuenta chistes guarros de rato en rato.
Tardes de invierno en el bar
Jugando a las cartas están
Fumando puros, bebiendo coñac sin parar
Cantan las veinte, las cuarenta y se van.
Entre jugada y jugada discuten sin cesar
De política, trabajo y mujeres
Dicen que la Tomasa está buena a rabiar
Y que la Juana bajo las faldas guarda sus bienes.
Llegando la noche se van a sus casas
Caminan por las calles despacio
Van en silencio observando a las masas
Cada uno de ellos elaborando su prefacio.
D. Tadeo, el rabioso cartero
Observa a la joven vecina por un agujero
Mientras babea moja sus zapatos sea marzo ó sea enero.
D. Guzmán, el alfarero fantasioso
Modela la arcilla de un modo morboso
Y la Tomasa le grita: guarro ,baboso.
D. Frasco, el viudo aventurero
Viaja y viaja sin dinero
Saludando al mundo con su moquero.
Y el viejo verde de D. Torcuato
Antes de ir a casa entra en el burdel un rato
A gastarse el dinero como un pazguato.
Pasarán los días, las noches y las vidas
Jugarán en el bar al guiñote
Pasarán las horas, los minutos y los días
Y cada uno de ellos contará su trote.
Autora: Emibel