Los labios se le cortan por el frío

se le ponen morados y se congela, porque lleva un millón y medio de metros recorridos, descalza sobre la nieve. Ha ido a buscar los años perdidos que se le han escapado de las fotografías y las cintas de vídeo caseras. ¿Dónde se han metido sus primos de Inglaterra? ¿Y la abuela Gertrudis, que muy paciente ella, le tejía todos los años un jersey de renos? ¿Adónde fueron a parar las caricias de Roberto y los pies saltarines de María trotando por toda la casa? Las canciones ya no están. Ahora de los vinilos sólo sale ruido. Ya no quedan olores antiguos dentro de los armarios. Ni recetas de generaciones en los cuadernos de la cocina. No hay café de el del tío Alberto en el tarro de cerámica. ¿Dónde están todos? ¿Dónde está ella? Sale corriendo y en la nieve se congela. No se da cuenta que hace años que no queda nadie a quien amar, que haga jerseis o a quien escuchar canturrear. Todos se fueron del sueño y ahora se ha quedado ella sola. Sale de la vida a tirones sin saber que está muerta. Piensa en cuánto dejó atrás y en qué felices eran antes. Se culpa por haber echado a perder su vida. Vomita nostalgias que le oprimen el estómago y le arañan el corazón. <<¿Será esto a lo que llaman infierno?>>
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Escritos y micros a parte, escuchen, bandid@s :)