Desde la caja de maquillaje queremos mantenerte con los mejores tips y cuidados, que lo disfruten...
Los labios son una zona del rostro especialmente vulnerable ya que no están recubiertos de piel sino de una mucosa frágil que no tiene los mismos mecanismos de defensa que el resto de la epidermis, como las glándulas hidratantes. Eso provoca que se descamen y agrieten con facilidad, debido a diversas causas:
Climáticas: están consideradas como las responsables número uno.
El frío favorece el resecamiento y la descamación causantes de grietas que generan un proceso inflamatorio denominado queilitis.
Farmacológicas: algunos medicamentos los irritan.
Alérgicas: se dan especialmente en los niños, al producirse eczemas o las típicas boqueras, inflamaciones de los ángulos labiales.
Solares: conocida como queilitis abrasiva, se presenta generalmente en el labio inferior, debido a que los rayos solares modifican en forma crónica la estructura de la epidermis.
Odontológicas: se relacionan con el cambio de muelas o la colocación de un puente. La oclusión o forma de cerrar la boca incide en la resequedad.
Tics: humedecer los labios con la lengua o pellizcarlos con los dedos genera descamación e incluso puede llegar a inflamarlos.
Antes de pensar cómo podemos disimular con maquillaje la resequedad, grietas etc., debemos intentar
aliviar el malestar usando los cosméticos más adecuados. No hay que olvidar la hidratación, ya que
consumir suficiente agua durante el invierno ayuda a minimizar los efectos.
Por su fragilidad hay que tratar los labios con delicadeza y aplicarles productos específicos que los
mantengan tersos, suaves y prevengan posibles molestias.
Es de suma importancia, por ejemplo, desmaquillar sin agredirlos. Al poner el producto limpiador
hay que seguir la forma de la boca, desde el centro hacia las comisuras. En el inferior, el movimiento
debe ser sutilmente ascendente. El mismo método que se usa para las cremas.
Una exfoliación dos veces por semana, frotando los labios con un cepillo de dientes de cerdas suaves, es una buena manera de eliminar pielecitas y de prevenir la formación de líneas o atenuarlas.
Para lavar, es importante evitar los jabones fuertes, es mucho mejor emplear uno neutro que no contenga perfumes ni colorantes.
Como decíamos, el sol puede provocar alteraciones en los labios, por lo que hay que protegerlos.
Deben usarse productos de buena penetración, livianos y con cierto grado de oleosidad, mientras que en cuanto a los cosméticos, no hay que exagerar con el
uso de cremas revitalizantes, ya que pueden producir un efecto contrario al deseado. Los que contengan ingredientes a base de aloe vera y bálsamos suaves serán nuestros principales aliados para combatir esta terrible sensación.
Si aún así no conseguimos evitar padecer labios resecos o agrietados, siempre podemos recurrir al maquillaje.
Una de las técnicas más recomendadas en invierno para disimular estos desagradables efectos es evitar
el uso de polvos y base de maquillaje, ya que obstruyen la respiración y la hidratación de una piel tan sensible.
Nuestros principales aliados serán las barras de labios hidratantes en crema o el gloss que, en tonalidades suaves y naturales, ayudarán a mejorar la apariencia y la estética de los
labios.
Es recomendable sustituir el uso de perfiladores labiales en lápiz de madera por perfiladores cremosos que nos darán una forma mejor y más saludable.
Si el problema consiste en una irritación, infección o herpes, según sea el caso, es preferible evitar el uso de maquillaje, acudir al médico y aplicarse los medicamentos adecuados.
Hay disponibles banditas protectoras para disimular el enrojecimiento, pero todo depende de la amplitud de la misma. Si es muy pequeña y en un extremo del labio, se puede aplicar con un pincel un gloss que le de un toque de brillo.
Además, hay que tener en cuenta que las firmas cosméticas, cuando sacan en cada temporada los tonos
y texturas acordes a cada estación, lo hacen con los ingredientes y la composición adecuada para cada una.
En el caso del invierno, los productos serán hidratantes, cremosos y de colores irresistibles.
El invierno es una de las estaciones donde el colorido se hace presente y, un dato interesante, es
cuando más se profundiza el color de los labios. Aunque siempre tendremos presente los colores inmortales como el rojo, vino y marrón, la intensidad, brillo y textura de los labiales puede cambiar entre gustos, tendencias y tonos de piel.
Para las pieles claras, que tienen la ventaja de explorar los tonos más sutiles y naturales como el rosa,
lila, el nude y durazno, la intensidad depende de la personalidad y el estilo, pero la tendencia son tonalidades nacaradas y naturales, de brillo satinado en barra de labios y, para las más atrevidas, tonalidades en púrpura brillantes.
Para las pieles morenas claras, se apuesta por una tendencia golosa y provocativa, en la que los labios son protagonistas en tonos cerezas, rosa chicle, nude caramelo, nacarados y con texturas satinadas.
En las morenas más oscuras no pueden faltar las tonalidades con un toque sutil de brillo, sin olvidar que si tienen labios muy carnosos deben evitar el uso de brillo o gloss porque acentúa el grosor. Los granates y morados son los tonos de la temporada, pero se mantienen los clásicos rojo y marrón chocolate.
La edad es determinante
Para el día se hace imprescindible el uso del gloss con toques de color rosa o transparente y, para
las más conservadoras, se recomiendan el color nude y los labios mate o ligeramente satinados.
En caso de salir de fiesta, los labios tienen protagonismo dependiendo del estilo del maquillaje: si
los ojos están muy acentuados, los labios deberán ir delineados y maquillados en tonos muy sutiles o naturales, evitando los colores oscuros, y resaltados con brillo en gloss y tonos suaves en nude, rosa, fucsiao naranja.
Si por el contrario los ojos van muy suaves y sutiles, los labios estarán bien marcados y delineados
con tonalidades brillantes e intensas en rojo, cereza, morado y lila o, si lo prefieren, brillos o gloss con colores más atrevidos.
En las pieles maduras, los tonos claros y satinados iluminan y suavizan las facciones, mientras que
los tonos oscuros y mates acentúan y marcan.
Una piel madura, en cambio, requiere una atención especial a la hora de maquillar los labios. Sea
de día o de noche, a medida que avanzan las señales de la edad, los labios van perdiendo su forma, se incrementan las líneas de expresión en el contorno y pierden volumen e hidratación. Es por
ello que siempre se hace énfasis en explicar que en una piel madura (dependiendo de la edad) hay
que evitar el uso de tonalidades intensas o colores muy fuertes.
Según el estilo y la personalidad, se pueden maquillar usando tonalidades suaves y naturales. Los
terracotas, nude, rosas suaves, naranjas y morados suelen ser los colores más acertados, siempre
delineando suavemente sin marcar ya que acentuaría las líneas de los bordes.
En este caso recordemos una regla general: en las pieles maduras, los tonos claros y satinados
iluminan y suavizan las facciones, mientras que los tonos oscuros y mates acentúan y marcan.
Actualmente la tecnología cosmética nos ofrece un amplio abanico de opciones para mejorar la
apariencia de los labios, tratamientos específicos que ayudarán a realzar la forma y el volumen, repararán la hidratación y recuperarán la textura adecuada.
Con todo esto aplicado de manera adecuada lograremos unos labios naturales y perfectos pero sin exageraciones o extravagancias.
Para conseguir unos labios perfectos con el maquillaje, no olvidemos seleccionar un perfilador y delinear respetando el borde de nuestros labios, aplicando gloss o barra de labios en combinación de color.
Si se tienen los labios finos, es recomendable delinear por encima del borde natural, sin exagerar,
pero creando el efecto de unos labios más carnosos. Además, el uso del gloss o brillo labial
acentuará su volumen. Pero si por el contrario los labios son muy carnosos y voluptuosos, es
mejor delinear por dentro del borde, evitando el uso de labiales brillantes y sustitúyelos por tonalidades satinadas.
Eso sí, lo más importante es que las mujeres no tengan límites para explorar y experimentar colores
y texturas, que maquillen sus labios divertidos, clásicos o sensuales.