Esta entrada no trata del no entender por ignorancia o incapacidad. Yo, por ejemplo, no acabo de entender el funcionamiento del sistema neuroendocrino, se me complica. Si me aplicara, entendería; pero no me he aplicado.
Tampoco se trata del uso retórico de la expresión. Muchas veces, las personas dicen no entender cómo alguien puede o pudo hacer algo, queriendo significar que ese acto queda fuera de lo que han concebido como la lógica del comportamiento humano.
Esta entrada trata de no entender el gusto ajeno.
He notado que hay listillos no enterados de que para gustos colores; a menudo son listillos que al no compartir el objeto del gusto, no pueden sentirse identificados con la experiencia que tiene otra persona de gustar de algo.
"No entiendo cómo les puede gustar esa música que ni es música"."No entiendo cuál es el chiste de estar persiguiendo un balón"."No entiendo que se puedan comer eso".
¿De verdad?
¿En serio?
Si es bien sencillo. Al otro le gusta "eso" del mismo modo que a ti te gusta lo que te gusta.
Vale que hay cuestiones objetivas, por ejemplo, en cuanto a la música, existe la desafinación y hay ejecuciones torpes. Pero un objeto del gusto no siempre lo es por su "calidad". Es simpático que los listillos no lo sepan.
Luego está el maquillaje soberbio de la ignorancia. Gente que no sabe o sabe poco del objeto que a otros les gusta y a ellos no, pero con eso concluyen que la cosa es indigna de gustar. Están cerquita de los que son el centro del universo. Si a ellos no les gusta algo es porque no hay nada para gustar en ese algo.
Tan listos, ellos.
Silvia Parque