Los locos y los gatos
Publicado el 12 junio 2013 por MareaHabían más locos que gatos tirados en el pasto.
Y los gatos estaban demasiado gordos, seguro de comer palomas.
Lo sé porque un señor de cabello nevado, a través de una ventanita redonda, medio enlentecido por las drogas, me pidió que le hiciera el favor de darle de comer a sus palomas; y yo acepté con gusto la sencilla misión; le tendí la mano derecha para que dejara caer las miguitas de pan. Y así, lo hizo.
- Lo chupé yo mismo- Dijo, tirando sobre mi mano abierta un montoncito de pan babeado
y aplastado. Si, fue asqueroso, pero mucho no me importó, quería ver si venían las palomas en bandada.
Eso siempre me hace flashar. Pero no hubo suerte, había un inmenso gato atigrado que hacía guardia en el hall del pabellón. Así que le informé al señor que no iban a venir, por los gatos.
-Claro, los gatos, dijo; los conozco bien; hay gatos y gatas.- me confirmó.
Algunos locos hablan solos; otros, se tambalean antes de sentarse, como de un empujón que nadie les da sobre el pasto verde; otros caen como ladrillazos. Y los gatos, tienen el doble de tamaño que un gato normal de la calle, o de una casa cualquiera; anchos de lomo y cortos de pata; casi obsesos, no quiero decir obesos; porque vi un cartel en las paredes del hospital, que sugiere que comamos con moderación en el invierno; Quizás sea para los gatos.
Empiezo a creer que éste es un refugio de gatos alimentados con pan y saliva de locos,
y que algo traman con las palomas.
Sole Ska SOLO EN LOS OJOS SE VE LA LOCURA