La aventura del embarazo...
Y de pronto tras tanto practicar y practicar te quedas embarazada. Aún no estás segura pero tus pechos te lo gritan a los cuatro vientos. Comienzas a dormirte hasta en el filo de un cuchillo y la nariz parece haberse convertido en la de un sabueso, porque todos los olores te llegan de manera exagerada. Vas a la farmacia y compras un predictor y sí las rayitas te confirman que en nueve meses un bebé llamará a la puerta. Bueno, metafóricamente hablando.Tú y el padre de la criatura saltan de alegría. Están la mar de contentos y empiezan a llamar a los abuelos, tíos, amigos y entonces empiezan los duerme ahora que luego no podrás hacerlo , sal ahora que luego tu vida se habrá acabado mientras tú piensas ¡¡¡si sólo estoy embarazada no he comprado un billete al fin del mundo!!! Bebe cerveza que es buena para la leche, bebe más leche para que tengas suficiente... Ahora yo digo ¿alguien ha visto alguna vez a una vaca beber leche?
Si antes de estar embarazada los consejos se multiplicaban sin haberlos pedido ahora ya los escuchas sin cesar. Tú escucha pero no hagas caso de todo, como decía en los lunes anteriores, los mejores consejos te llegaran de la mano de tu médico, él es el profesional. Vale, que muchas veces una amiga, hermana o conocida te puede aconsejar algo que le haya venido bien y que te pueda servir de ayuda. Pero, no siempre a todas nos vienen bien las mismas cosas.
¿Antojos? Desde mi experiencia diría que son un mito, al menos yo no tuve antojos. Las cosas, que me apetecían estando embarazada de mi piojo, eran ni más ni menos que las que me apetecen de manera normal. Ahora si tú te quieres aprovechar del padre de la criatura, ja ja ja ja, es cosa tuya y claro siempre podrás echarle la culpa a los antojos, ja ja ja ja, y decirle un ¿quieres que tu hijo salga con cara de helado de chocolate con cookies? je je je je...
Libros, revistas, blogs, webs... un montón de información se abre ante tus ojos. Selecciona lo que te interesa. Investiga sobre lo que quieres saber pero sin intentar hacer un máster, ya verás que el aprendizaje te llegará. A ser madres aprendemos con nuestro bebé y no leyendo libros, artículos, etc...No digo que no leas, todo lo contrario, investiga pero recuerda que cada maestro tiene su librillo y no todos pasamos por las mismas sitiuaciones.
De pronto un día sales a la calle y descubres un montón de tiendas infantiles en las que antes no habías reparado. El maravilloso mundo de los niños llega hasta tus ojos y ¡bolsillos! Cuna, carrito, silla para el coche, ropita, pañales, juguetes....¡son tantas y tantas las cosas que aparecen ante nuestros ojos! Mi recomendación es que compres sólo lo necesario, hay cosas muy monas que en realidad nunca vas a usar, ahí sí que puedes prestar más atención a lo que te dice una mami con experiencia porque siempre te podrá decir aquellas cosas que compró y nunca utilizó.
Además, siempre tienes amigos, familiares que tengan niños mayores y te vayan a dejar cosas que ya no usan. Sé que hay cosas que te hace ilusión comprar, en mi caso por mucho que me ofrecieron un carro yo quería uno que había visto y me había enamorado de él. Ahora el carro vive en el trastero, je je je, todo hay que decirlo pero no me arrepiento de haberlo comprado.
¡No compres mucha ropa de recién nacido! Juro y rejuro que la dejan en un abrir y cerrar de ojos. Algo que le pusiste hoy en una semana le queda pequeño, al menos, en mi caso fue así. Aprovecha las rebajas para comprar imprescindibles, piensa que si tu peque nace en verano en casa estará más cómodo en pañal y un body fresquito de algodón.
Ah y sí , es cierto, vuestra vida va a cambiar. Igual ya no puedes dormir ocho horas seguidas, igual tu casa tiene pañales, cremas, biberones, chupetes, juguetes...por todas partes, el orden desaparece pero te juro que cuando ese pequeñajo que está por nacer te sonría el sueño te desaparece y la cara se te ilumina...
Besitos avainillados