La aventura del embarazo...
Justo la semana pasada comenzábamos diciendo que una de las primeras señales indicativas de nuestro embarazo es el cambio de nuestros pechos. Crecen. Aumentan de volumen. Se vuelven más sensibles y pronto podrán ser la fuente de alimento de ese bebé. Y esa es una de las decisiones más importantes que una madre ha de tomar.Una decisión en la que debes tomar partido tú, tú y tú. Te podrán aconsejar. Decir si esto es mejor, que esto es lo más conveniente....pero eres tú la que debes decidir.
De pequeña jugaba con muñecas. Me encantaba darles el bibe, ese bibe mágico que cuando lo incilinabas parecía que tu bebé había tomado hasta la última gota de su líquido elemento. Es curioso pero no recuerdo ni una sola vez jugar a las muñecas dándoles de mamar, probablemente, porque no era algo que se viera por la tele, parque, etc. Sin embargo, yo tenía claro que quería dar de mamar a mi piojo. Por eso, cuando la matrona en medio de las contracciones me preguntó "preciosa, vas a darle de mamar a este grandullón". Yo le contesté que sí, que esas eran mis intenciones, que sí podía sí. Ella me respondió "todas podemos si queremos".
No sé hasta que punto esa afirmación es cierta al 100%. Tengo amigas que han intentado dar de mamar a sus bebés y ha sido misión imposible. Y eso puede llegar a ser frustrante para algunas mujeres. Conozco a alguna mamá que se sentía menos madre por no haber sido capaz de dar de mamar a su pequeño. Yo tenía claro que quería darle de mamar pero, también que si por algún motivo era imposible no iba a ser peor madre por ello.
Estoy totalmente de acuerdo que la lactancia materna es el mejor alimento que le puedes dar a tu pequeño pero entiendo y respeto a las madres que prefieran optar por el biberón. No todas podemos estar meses y meses respetando únicamente la lactancia materna. En mi caso a los cuatro meses comenzamos con la lactancia mixta. El piojo mamaba por las mañanas y por la noche pero durante el resto del día tomaba el bibe.
Sí, tengo claro que existen los sacaleches, uffff...no tengo buen recuerdo de él. Es más en la guardería me dieron la opción de llevar mi propia leche en el recipiente adecuado pero a las cinco y media de la mañana yo estaba dándole de mamar a mi piojo, para luego ducharme, vestirme, desayunar y salir rumbo a la guarde y seguir yo a la oficina. Hasta cerca de las siete de la tarde no volvía a verlo. El metro era nuestro aliado, la mayoría de las veces dormitaba por el camino para llegar a casa bañarlo, darle de mamar y dormir. ¿Creen que yo podía invertir el poco tiempo que me quedaba libre para estar con él en usar el sacaleches?
Ya respondo yo: NO. Así que lactancia mixta hasta que él quiso. Estuvimos así hasta los 9 meses que él dijo que no quería mamar. Y lo dejamos sin ser ninguna frustración para mí y menos para él. Los dos encantados y contentos. Además a partir de ese día de madrugada el papi podía darle el bibe.
Dar de mamar es muy bonito. Es una experiencia única ,que repetiría una y mil veces, pero cada uno puede conectar con su bebé a su manera. Dar de mamar es bonito, beneficioso para la salud del bebé y para la de la mamá y ...¿por qué no? para nuestro bolsillo. La leche de fórmula no es nada barata y¡¡¡ los bebés vacían las latas sin darnos cuenta!!!
El mejor consejo que te puedo dar si estás dudando si dar de mamar o no. Es que seas tú la que decidas. No pienses que no vas a poder hacerlo. Surge de manera espontánea, al menos, eso me pasó a mí. El piojo se pegó al pecho y comenzó a mamar como si lo hubiese hecho ya, je je je, el pobre debía estar hambriento la cena había sido mi última comida y nació cerca de la una, así que nos habíamos saltado el desayuno, je je je... No hice más que cogerlo y allí estaba él mama que te mama sin parar y yo había tenido una cesárea, así que eso de que la leche te sube más tarde en mi caso no.
Ah, otro buen consejo es que no desesperes. La tranquilidad es tu mejor arma. Si tú te pones nerviosa le transmites los nervios a ese pequeñajo. Y no olvides decidas lo que decidas no te hará mejor ni peor madre.
Besitos Avainillados