Reconozco que pasé horas y horas buscando una solución, perdí novias, amigos, el sueño y hasta una ramita de ruda que me habían dado para la buena suerte cuando me gradué, lo admito pasé horas tratando de buscar una solución a Venezuela.
Un día ya con la esperanza regada por el piso llegó una carta, si una carta vía Ipostel a mi casa, en ese momento supe que algo raro estaba pasando, sería que al fin me habían contestado los sabios a los cuales escribí esperando una respuesta, al ver la fecha del sobre me desalenté un poco pues era de 2 años antes pero sin perder un instante abrí el extraño sobre color magenta, adentro encontré una carta la cual tenía un encabezado bastante inusual, se trataba de unas letras que aparecían y desaparecían y que después de mucho esfuerzo pude determinar que decían "Liga de Magos Famosos", aquí me emocioné, cual niño pequeño, sentí una emoción inocente y placentera, una de esas que no sentía desde hacía mucho tiempo.
La carta era clara y concisa, me estaban invitando a la reunión de Magos Famosos, celebrada cada 250 años y en donde personas elegidas de los distintos lugares del planeta se reúnen con los magos para plantearles problemas serios de sus países con la finalidad de encontrar soluciones que solamente con magia pueden ser resueltas. La carta decía así:
Estimado Policarpio:
Has sido elegido, ya sabes para que así que no hay necesidad de explicar, nos vemos el 29 de Octubre en Lagos, Nigeria.
Saludos,
Mandrake
Coño pensé, hoy es 27 de Octubre, como carajo llego a Nigeria, además, ese lugar tan peligroso, pero supuse que tratándose de magos ese sería el lugar ideal para tan peculiar reunión.
Metí unas cosas en una maleta, me puse un traje y llamé a un taxi, rompí el cochinito donde había guardado por años el dinero de mi mesada, mi primer sueldo, unos reales que me encontré en el Metro en Plaza Venezuela y todos los regalos de mis padres, no me despedí de nadie, bueno no había nadie de quien despedirse de todas maneras y me embarqué en mi travesía. Después de volar por más de 24 horas finalmente aterrizé en Murtala Mohammad International Airport, en Lagos, Nigeria. Cansado y algo confundido me desplazé a la salida del aeropuerto donde de inmediato fui abordado por un extraño ser vestido de verde con rasgos irlandeses que me invitó a subirme en su carro. Una vez en el carro me dijo que me llevaría al "lugar" y que por favor no le hiciera preguntas pues no podía responderlas.
Llegamos a un anfiteatro como a dos horas de Lagos, sinceramente contrastaba con todo el lugar y me dije "pues aquí debe ser la cosa". Adentro al parecer esperaban por mi pues cuando me senté se paró Mandrake el Mago y dijo "Podemos comenzar".En el panel se encontraban Mandrake, Houdini, Harry Kellar, Cheng Ling Soo, Howard Thurston y el Mago Henry (quien por cierto me sorprendió gratamente verle allí). Sentados en perfecto orden había un representante de los 192 países del planeta y allí estaba yo en una silla que no solo decía "Venezuela" sino que permitía sentirse en el Orinoco, en los Médanos de Coro, en la selva Amazónica, en el Centro de Caracas, en las playas de Morrocoy y Oriente y en el Salto Angel a la vez.
El primero en pararse fue un sueco, la verdad nunca entendí el orden pero así fue, el hombre dijo "los suecos necesitamos ser más felices y menos fríos". Los Magos sonrieron y dijeron "Fácil, un poco de espíritu latino y unos clubs de salsa y merengue". Próximo por favor. Se paró un japonés "Miren magos los japoneses necesitamos ser menos ordenados y dejar el stress de un lado", los Magos replicaron "Fácil, una pizca de caos y una maquinita Sony para la relajación". De seguido un representante de la India dijo "nosotros necesitamos control de natalidad y por favor que esa vaina de las vacas sagradas se acabe", "Fácil, subir tasa de estériles y poner un McDonald's en Bombay" dijeron los magos. Así continuaron país por país, concedían agua, comida y paz para Africa, controles estrictos contra la corrupción, empleo y desarrollo para América Latina, menos frío para los rusos y mejores jugadores de fútbol para los italianos.
Extrañado pues no acababan de darme el chance de hablar y habiendo contado que 191 representantes habían hablado me permití alzar la mano y decir "los venezolanos necesitamos, coño, de toda vaina".
Una risa al unísono heló mis esperanzas, solo alcancé a escuchar "somos Magos no Papa Dios"...