LOS MONSTRUOS
"El hombre es un lobo para el hombre". Asinaria, Plauto
Hay un ciclo en mi cabeza. Comienza en el momento que presiento la sombra a la vuelta de la esquina. La miro. Es como el niño que juega al bote, en pleno día y se oculta para pegar la patada mientras no lo ven. Se escabulle y ¡zas! Hace acto de presencia. El terrorífico festival llega.
Pero, al otro lado de ese umbral, ¿qué hay? En palabras del terapeuta, "la capacidad de crear otros monstruos". Esa es la clave. Mordisquean ad nauseam e intercambian el fluido vital de interés. Agreden a la víctima, no por su brutalidad (que tambien) ni por el acojone que infunden sino porque le condenan al ansia, la indignidad, al odio que levantan y terminan los convertidos por extender la maldición, del mismo modo. A dentellada limpia. Para mas inri, en desarrollar este plan, les distinguimos con aquella dimensión que nos separaba aún de ellos, la humana. Por unos segundos, nos reflejamos en la caja tonta.
Conocemos gente que responde a la descripción. Nosotros mismos, el que escribe, sufre un proceso de corrupción en cuerpo y alma desde que nació. Soy consciente. Hago lo que puedo por restringir los síntomas solo a lo físico, que me crezcan las uñas y el pelo no me abandone. No crear más monstruos de los que ya hay para que mi psicoterapeuta esté contento. Aún así, la trascendencia de mis temores me demandan lo contrario. Y ahi no queda la cosa.
Aterrador
Momentos musicales:
https://youtu.be/xFVoPWCBeiw