Los niños criados en casa no están en desventaja

Publicado el 13 mayo 2016 por Sylvia
He oído de lo beneficiosa que es la guardería -o la estancia infantil-, porque ahí se estimula a los niños. Estoy segura de que una buena guardería será de provecho en ese sentido; pero que quede claro que los niños que se quedan en casa al cuidado de su mamá o de alguna otra persona confiable, no están en desventaja. Habrá niños a los que se hace poco caso, y cuidadores obtusos; pero eso no define ni caracteriza lo que es la crianza en casa.
La estimulación no tiene que estructurarse en sesiones programadas donde se utilizan materiales específicos: los niños son estimulados cuando se les permite explorar su ambiente, tocar y jugar. El ambiente común de una casa donde se ama al niño que anda por ahí, suele ser lo que ese niño necesita: se han eliminado los peligros para abrirle paso, se han tomado precauciones para restringir o favorecer ciertos espacios, hay juguetes, hay el mundo de papá y mamá. ¡Habría que pensar en lo interesante que resulta un mueble cualquiera para alguien que apenas está conociendo el mundo! Todo lo que se requiere es convivir naturalmente con la criatura: un niño con el que se conversa, está siendo estimulado.
Los niños en la guardería probablemente aprendan a hablar claro antes, e incluso a contar hasta diez; pero el desarrollo funciona de tal manera, que esas supuestas ganancias no van a ser significativas cuando esas personitas estén comprendiendo las causas de la guerra de independencia, y mucho menos cuando estén eligiendo carrera. Las mamás no seguirán un programa eficaz para alcanzar un objetivo de aprendizaje en determinado momento, pero contarán los deditos de los pies a la hora del baño, o cuántos trocitos de fruta están poniendo en el plato: en la mayoría de los casos, eso es suficiente.
Hay otra cosa que he oído, que casi me asusta. Y es que la gente suponga, que los niños en la guardería aprenderán a "portarse bien" mucho más rápido y con mejores resultados, que los niños en casa. Si un niño está malcriado, es porque ha sido mal-criado; pero bien-criar es perfectamente posible para una mamá y un papá común. Es muy difícil: si lo sabré yo, que no consigo que B se esté quieta para cambiarle el pañal; pero no se necesita un diplomado en puericultura: se necesita paciencia, persistencia, y algo de formación a la que se puede tener acceso de muchas maneras (escuelas para padres, grupos de apoyo, información en libros o artículos). Cuidado con usar la opción de la guardería con el propósito de que "ellos" eduquen, porque el buen trabajo de todas las profesionales terminará echado a perder cuando al cabo de los años, no haya unos papás a cargo.
Silvia Parque