Siempre quedará el índice en la página errónea. Debemos convencerlo que su lugar es otro, junto a los números primos.
Cuando una bellota cae al suelo los insectos aprovechan la fragilidad para atacarla. Las pequeñas hojas de encina que bajan de las ramas sirven para albergar pequeños habitantes. Se pegan en el piso, cuesta tanto moverlas que acabas de rodillas arañando las losas y las llagas.
Hoy la tierra es un índice, sin números ni agua. Hoy la tierra fabrica su propia antigüedad.
Platón es la figura que refleja la sombra, el humo de Anaxágoras, la proporción Heráclito. Dice don Nicanor que olvide a Saúl y le respondo con un verso:
A veces sueño que moriré despacio.
Busco el índice del contrato. Señalo lo pasado, destaco el presente. Tacho el futuro, junto a los números primos.