Si de algo se dan trucos infalibles, recetas mágicas y pasos a seguir que nos conducirán a la felicidad eterna es de las relaciones de pareja (a excepción de las dietas que, como todo el mundo sabe, son la manera más eficaz de obtener la felicidad en cinco cómodos pasos). Sin embargo, los secretos y trucos que se dan para mantener una relación duradera y satisfactoria suelen ser erróneos. No por los consejos en sí, ni por quien los emite, sino porque cada pareja es un mundo y, afortunadamente, no hay unas instrucciones de uso para ser felices durante toda la vida. De los muchos mitos que se han encumbrado sobre las parejas estables y contentas estos son los ochos que más te gustará desmontar.
1. La pareja que se entretiene unida se mantiene unida
Tener intereses en común está bien, y poder incluir al uno en los del otro también. Pero no es necesario que ambos aprendáis los mismos idiomas, practiquéis los mismos deportes, os hagáis el mismo curso sobre cómo cocinar sushi y os saquéis el mismo cupón para el ciclo de cine belga que dura tres meses. De hecho, según Seth Meyers, psicólogo clínico y autor de varios libros sobre amor y relaciones de pareja, “las parejas que lo hacen todo juntos tienden a un final codependiente” que no es sano en absoluto.
2. Una pareja que se ama nunca se va a la cama enfadada
Lo que en teoría puede parecer una buena idea llevado a la práctica puede ser insoportable: continuar una pelea cuando uno está ya cansado, dolido y somnoliento no conduce a nada bueno. La autora del libro Happier at HomeGretchen Rubin explica que “la gente tiende a pelearse por la noche, cuando están muy cansados”. Rubin sugiere dejar la discusión para el día siguiente, tras haber descansado: lo que parecía un conflicto puede que, por la mañana y tras el café, no lo sea para nada.
3. Un matrimonio feliz no discute nunca
Como resulta obvio, discutir sin cesar es síntoma de que algo va mal. Pero las pequeñas riñas o lo encontronazos son normales, y pretender pasar por la relación sin vivirlos es una utopía infantiloide. La pareja discute, claro, y después se reconcilia. No pasa nada. Según Tina B. Tessina, psicoterapeuta y autora del libro Money, Sex and Kids: Stop Fighting about the Three Things That Can Ruin Your Marriage, es importante saber discutir y desentrañar los problemas para resolverlos adecuadamente, de manera calmada y racional.
4. La mitad de los matrimonios terminan en divorcio
Si crees que estás luchando por un imposible a la hora de cuidar tu matrimonio estás equivocado. Las investigaciones han mostrado que la tasa de divorcio es menor de lo que se pensaba: llegó a su tope en 1980, con un 41% de parejas divorciadas, y de ahí ha ido en descenso.
5. Es necesario tener un encuentro nocturno
Es importante saber discutir y desentrañar los problemas para resolverlos adecuadamente, de manera calmada y racionalUna cita por la noche, a solas, es estupenda si te apetece. Pero no todo el mundo prefiere ese momento del día para intimar. Mucha gente lo que quiere al llegar a casa es ponerse unos pantalones cómodos y relajarse. No deben preocuparse: preferir quedarse en casa cómodamente no va a poner en riesgo ningún matrimonio.
6. Un bebé fortalece la relación
Todos los expertos coinciden en que esto no es en absoluto cierto. Un estudio de 2009 que publicó el Journal of Personality and Social Psychology concluyó que tener hijos a menudo contribuye al fracaso matrimonial. En cualquier caso, los niños hay que tenerlos porque se desean, no como parche a ningún problema.
7. Si estás realmente enamorado siempre sabrás lo que la otra persona necesita
“Cuando estamos enamorados nos sentimos muy cerca de la otra persona y asumimos que debemos saber todo acerca de sus pensamientos y sentimientos más profundos”, dice Tessina. “Es un efecto secundario de la euforia que inducen hormonas como la oxitocina y la endorfina. Sin embargo, sólo es euforia. Los amantes recientes tienen que conocerse mutuamente, e incluso después de treinta años de feliz matrimonio, hay veces en que no se sabe decir qué piensa o necesita la otra persona”, concluye.
8. Si te encuentras en un buen matrimonio no tienes que trabajar en él
Todo lo que merece la pena requiere un esfuerzo, y el matrimonio no es una excepción. “Todas las relaciones necesitan trabajarse, pero las buenas relaciones exigen aún más trabajo que las otras”, dice Meyers, que opina que “las relaciones son como jardines: cuanto más los cuides y los alimentes, mejores resultados obtendrás”.
Vía El Confidencial