Paseando por el Jardín Secreto de Oña, Burgos (España), parece que mil ojos
e incluso los árboles, te observan.
Entre sus muros acoge desde el año 2002 un proyecto salpicado con diversas obras
artísticas que buscan su hueco en este recorrido natural e histórico.
Ubicado en la finca del monasterio, nos recuerda la intimidad de la que
gozó este espacio que cumplió su objetivo de sustentar y dar cobijo espiritual
a los monjes que lo habitaban.