A pesar de que su temperatura corporal, su frecuencia cardíaca y su metabolismo se reducen mientras están hibernando, los osos negros son capaces de sanar y cicatrizar perfectamente sus heridas mientras están hibernando, algo que ha sorprendido al mundo científico y que abre nuevas perspectivas en los estudios sobre la cicatrización de heridas en humanos, en concreto en pacientes ancianos, desnutridos o diabéticos.
Los hallazgos han sido publicados en la revista Integrative Zoology y recogidos por la BBC, y han sido desarrollados por científicos de las universidades de Minnesota, Wyoming mediante el estudio y seguimiento de 1.000 osos negros durante 25 años. Algunos de los animales que se estudiaron presentaban heridas por arma de fuego o por flechas de cazadores, así como mordiscos de otros osos o depredadores.
Estas heridas se habían producido poco antes de comenzar el período de hibernación. Los investigadores descubrieron que meses después, tras hibernar, muchas de estas heridas se habían curado completamente sin haberlas intervenido médicamente. Así, los científicos decidieron ver qué ocurría con 14 de sus osos monitorizados durante los meses de noviembre y marzo, época en la que hibernan, y les provocaron pequeñas incisiones en la piel.
Descubrieron que la cicatrización había sido buena, que no había rastros de infección y que, incluso en la zona curada, les había vuelto a crecer el pelo. A los científicos les ha sorprendido una curación tan buena en un momento de las vidas de los osos en el que se ralentiza su sistema metabólico, su temperatura corporal puede descender hasta los 7ºC y su ritmo cardíaco desciende de manera abrumadora.
En los hombres, una temperatura corporal baja o un ritmo cardíaco lento puede dificultar la cicatrización de las heridas. Por esta razón, los investigadores consideran que estos descubrimientos podrían ayudar para desarrollar los conocimientos acerca de la curación de heridas en humanos, especialmente importante en el tratamiento para las heridas de lenta cicatrización que se producen en pacientes desnutridos, con hipotermia, diabéticos o ancianos.