Mira, mamá: he cogido muchas piedras en el paseo -dice Niña Pequeña, mientras abre su puñito para enseñarlas-. Una... dos... tres... ¡cinco! - Es cierto, has cogido muchas. Ya no puedes coger más porque no te caben en la mano. - ¿Cómo que no? -Niña Pequeña se para y me mira extrañada-. ¡Tengo la otra mano todavía!