Los periódicos en papel siempre llegan tarde. Informan sobre asuntos que sucedieron ayer y de los cuales han dado las principales claves durante las últimas horas la radio, la televisión y, sobre todo, Internet. Esta desventaja con la que tienen que lidiar las rotativas debería afrontarse por los editores poniendo sobre la mesa elementos diferenciadores, un plus que dé al lector razones para abrir con interés la crónica parlamentaria o el suceso de la mañana anterior. Ese valor añadido se logra con datos inéditos, con análisis en profundidad, con una contextualización importante…
Lo que está claro es que en esta nueva era, los periodistas debemos darnos cuenta de que un asunto que saltó a la palestra informativa a primera hora de la mañana de ayer no puede ocupar sin más la portada del diario de hoy como si no hubieran transcurrido casi 24 horas entre medias. Me refiero a lo ocurrido con los controladores aéreos y la decisión del Ministerio de Fomento de adiestrar a miembros del Ejército para cubrir sus bajas. José Blanco lo anunció a las 9 de la mañana en el programa Hoy por Hoy de la Cadena Ser, tras lo que hubo una cascada de reacciones antes del mediodía tanto en radio como en Internet. Los informativos de televisión de la sobremesa y la noche han informado extensamente sobre ello… Y después de todo eso, más de un día después, El País aparece en los quioscos con el titular “Blanco recurre al Ejército para suplir las bajas de los controladores” como segundo tema en importancia. Y el resto, a pesar de darle algo menos de espacio, no aportan prácticamente ninguna novedad…
Se demuestra una vez más las dificultades de la prensa en papel para adaptarse a este nuevo ecosistema. Aún no han logrado entender que no pueden vivir de contar historias pasadas en un mundo en el que siempre llegan tarde.