El hermanísimo
¿Qué hacer cuando la persona con la que estás hablando controla de todo, sabe el ciclo de la vida desde la primera célula (porque se ha visto todos los documentales de la 2) o incluso, conoce la composición del jamón cocido que te estás comiendo?
- Opción. Hacerle morder el polvo y que te denuncie.
- Opción. Desconectar la mente y ponerse en modo stand-by (lo cuál sigue consumiendo).
- Opción. Llevarle al concurso "Pasapalabra" o, simplemente, observarlo detenidamente y escucharlo; porque algo se asentará en tu mente sedentaria.
Pero la verdad es complicado y rara vez, esa característica "multifunción" de mi hermanísimo se bloquea. Sólo ocurre esto cuando casi roza el punto de "niño Vicentito".
Por si acaso no sabéis a qué me refiero con "niño Vicentito"; es quizás la nomenclatura más empleada en mi familia, para designar a aquellos que tienen una explicación de cualquier cosa pero al que no te importaría meterlo en un armario y salir corriendo poco después.Pero a Javierito todavía le quedan más fases en su evolución, así que aún está en el período "Multifunción".Lo mejor de este período es la cantidad de recursos gratuitos que puedes aprovechar: traducción de textos en inglés, instalaciones de equipos informáticos y nuevos puntos de vista; ya que controla de: jardinería, bricolaje, decoración, idiomas, defensa personal, cocina, albañilería, Historia, atletismo, informática y un largo etc.Ahora mismo, está aprendiendo algo de arqueología gracias a los topos de su jardín. Pero aún presenta dificultades en la oratoria, puesto que le cuesta aceptar que sus "fuentes", a veces, puedan ser erróneas.No le gusta la lluvia, pero vive en Galicia porque ante todo siempre le ha gustado lo salvaje.Últimamente se ha actualizado y ha llegado a "Facebook" (aunque solo acepta amigos, él está ahí). Porque le gusta llevar el control de todo para luego no tener que preguntar.Lo que más me gusta de Javierito es quizás su facilidad de palabra cuando se habla por teléfono o en persona con él. He identificado una serie de frases que lo dicen todo:
- Hola, ¿qué tal?
- ¿Y qué más?
- Ah, no tengo ninguna novedad.
- Bueno, pásame, ¿todo bien?