Revista Literatura

Los Portadores - Capitulo 13 "Tristeza y Esperanza"

Publicado el 16 junio 2012 por Stefy @MiReflejoPapel

He aquí un nuevo capitulo de Los portadores. Es breve y tal vez no describa mucho cronológicamente, pero para el próximo capitulo habrá mas. lo prometo!Espero que les guste, y sus comentarios.
Agitada, adolorida y cansada.Así se sentía Elisa cuando logró ponerse en pie y se dirigió al lavamanos. Había corrido al baño en cuanto su estomago decidió que tenia que vaciarse, lo cual a ella le pareció asqueroso y tranquilizador al mismo tiempo. Sus piernas flaqueaban y amenazaban con desmoronarla, lo que la obligó a sujetarse fuertemente de la mesada del lavabo. El frío contacto de la porcelana contra su piel le provocó escalofríos.Frente a ella, el espejo le enseño un rostro abatido y enrojecido. Su rubio cabello se encontraba despeinado; sus ojos, hinchados; y sus mejillas se veían enrojecidas e irritadas, resaltando sobre su piel de porcelana.Me veo horrible, pensó. Pero lo cierto era que se sentía aun peor de lo que se veía. Le dolía el cuerpo como si una manada de elefantes hubiera caminado sobre ella, y lo único que quería era despertar en su cama y recordar las últimas horas como un mal sueño del cual se olvidaría mas tarde.Lo malo era que nada de eso era un sueño, por más que lo desease con desesperación.Estaba sumergida en el silencio de la casa, el cual solo era interrumpido por su agitada respiración.O así era hasta que un horrible estruendo la hizo saltar alarmada. Parecía una especie de explosión que provenía del exterior. Totalmente aterrada ante la idea de que las criaturas hubieran regresado, quedo totalmente petrificada.Otra explosión llegó a sus oídos y se vio obligada a reaccionar, saliendo en busca de alguien que la hiciera sentir segura. Max.Regresó corriendo por el pasillo hacia la sala de estar, pero no vio a nadie allí. Su corazón presionaba contra su pecho violentamente, no conocía aquella casa, ¿como lo encontraría antes de que algo terrible ocurriera? Por no pensar que algo terrible podía estar ocurriendo en aquel preciso momento.Una tercera explosión y un quejido se oyeron desde el exterior, y al acercarse a una de las ventanas que daba al patio trasero, pudo ver mientras Max caía al suelo con una mancha de sangre en su camisa.Preocupada se dirigió la puerta trasera, pero se detuvo allí en el umbral cuando un sollozo de él llegó a sus oídos. Echando un meticuloso vistazo alrededor descubrió que estaba solo y que el jardín estaba hecho un desastre.Imaginando que todo aquello, de alguna forma, lo había hecho Max, no sabía si acercarse y ver que estuviera bien o marcharse y darle privacidad. Junto a él, vio el hacha que lo había lastimado; lo dedujo al ver la sangre en el filo de ésta. Podría ser un corte muy feo, dijo una extraña y desconocida vocecita en su cabeza, ¿Por qué no te acercas a él?Conducida por aquella voz, se acercó a Max sigilosamente. A medidas que se acercaba a él, un olor a madera quemada iba contaminando el aire a su alrededor. Vio trozos de madera quemándose y otros ennegrecidos, dispensados por el enorme patio de los Lesters.Oía la agitada respiración de Max. Cuando ya se hallaba a su lado le habló.-Max, ¿Qué ocurrió? –él no la había escuchado acercarse, por lo que la miró irritado y se incorporó apresuradamente, para luego recordar la herida y encogerse de dolor.Elisa se agachó a su lado e intentó ayudarlo a ponerse de pié, pero con un brusco movimiento él se la quito de encima y dirigió una mirada iracunda hacia ella.-¿Qué haces aquí? –escupió aquella pregunta con brusquedad. Dubitativa y sin saber muy bien que hacer, Elisa respondió incomoda.-Bueno, oí explosiones y me asusté. Salí a buscar… a alguien y te escuché… ¿Te sientes bien? Estas sangrando, tal vez debería…-Deberías meterte en tus asuntos –la interrumpió de mala manera y la chica calló, sintiéndose una entrometida.Antes de que Elisa pudiera disculparse, Theo apareció por el umbral de la puerta asombrado por el gran desastre que era en ese momento su patio trasero.-¿Qué ocurrió aquí?Soltando un suspiro cansado, Max le respondió.-Nada –y pasando junto a ellos se dirigió en silencio a su habitación.Una vez en ella, se arrojo en la cama bruscamente y con un escalofrío recordó la herida en su costado. Echó un vistazo a su camiseta la cual no solo se mostraba rasgada sino también empapada con su sangre. Con gran esfuerzo se sentó en la cama y se la quitó, para luego dejarse caer nuevamente sobre la cama a la espera de que su respiración se tranquilizara un poco y poder tomar coraje para limpiar su herida.Antes de que su respiración se tranquilizara lo suficiente, Theo entro en la habitación con un paño, un recipiente con agua y gasas para cubrir la herida.-Deberíamos limpiar eso, ¿no crees?Max no contestó, en su lugar permitió que su padre limpiara la sangre de su costado en completo silencio. -Es mi culpa –le dijo Max a su padre tras unos largos minutos de silencio. Al observar que su padre no decía nada y continuaba con la limpieza de su herida, continuo- debí ir tras ellas en lugar de Toby, me habría asegurado que nada les pase y habría evitado que salieran solas de allí. Tal vez ahora estarían aquí y Toby estaría en su casa con sus padres en este momento.-¿Realmente crees eso?-Si, yo creo que pude haberlo evitado.-¿Quieres saber que pienso yo? –Max miro a su padre en aquel momento y sintió curiosidad por lo que él pensaría. Él siempre había visto a su padre con admiración, era un hombre que se esforzaba día a día por mantener a su familia, era inteligente, generoso y siempre dispuesto ayudar a quien lo necesite. Un compañero y un amigo incondicional, amado y respetado por todo aquel que lo conociera. Si había alguien cuya opinión él respetaba, ese era su padre.-¿Qué piensas? –preguntó, que ya había acabo de cubrir su herida y en aquel momento miraba al suelo con aspecto cansado.-Pienso que de haber ido tras tus hermanas, te habríamos perdido a ti también. Y que sería aun peor de lo que ya es.Tras una pausa continuó.-Lo cierto, hijo, es que ya todo es bastante malo y no nos sirve de nada culparnos de lo que no se puede cambiar. Pero si podemos hacer otra cosa: cuidar de no lastimar a otros por el hecho de sentirnos miserables, en especial cuando ellos están peor que tu mismo.-¿Por qué dices eso? –quiso saber al no comprender claramente las palabras de su padre.-Esa chica acaba de perder a sus padres, podrías intentar ser más amable con ella. Mi idea de darle cobijo en esta casa era para que se sintiera contenida, y no como un estorbo o una extraña. Te agradecería que fueras más cuidadoso con tu forma de tratar con ella. Es terrible el sentimiento cuando pierdes a alguien amado.Con una sonrisa amarga, Max miro a su padre.-Lo dices como si no lo supiera ya.-Es muy distinto, Max-¿Por qué?-Porque aun nos queda la esperanza de que volverán. Y yo no pienso perderla. 

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