Revista Literatura

Los Portadores - Capítulo 2 "Formas de ser"

Publicado el 06 diciembre 2011 por Stefy @MiReflejoPapel
Quería disculparme por haberme atrasado con la publicación del capitulo de la semana, pero me surgieron cambios en mis responsabilidades de fin de semana. Para la proxima voy a tratar de publicar dentro de los tres días del finde. Ahora si, el capitulo de la semana:
Los padres de las chicas no dejaban de culparse por lo que estaba ocurriendo.
- ¿Por qué ha ocurrido esto? ¿Qué mal hemos hecho? - chilló Eleonor
- Mamá... - Intento calmarla Lucy, antes de que su padre la interrumpiera.
- No puede ser bueno... Nada de esto esta pasando. ¡¿Por qué los dioses nos hacen esto?!
Sus padres estaban desconcertados. Max estaba en el suelo, agarrándose la nariz y gritando de dolor mientras esta le sangraba. De todo el caos que poco a poco crecía a su alrededor, a Lucy le alegraba que al menos su hermano recibiera lo merecido. Pero al notar la expresión preocupada de su hermana, esa pequeña alegría se deshizo al instante. Tomó a su hermana del brazo y ambas fueron a su habitación. En busca de un poco de tranquilidad e privacidad.
El silencio absoluto se cernió en la habitación. Ninguna dijo nada por un largo rato.
Fue Lena quien rompió el silencio.
- ¿Por qué nos ocurre esto? - en su voz se percibía dolor - ¿Es alguna especie de castigo por algo que hicimos? Yo no recuerdo haber hecho nada malo. No le encuentro sentido a esto.
- No. Tu nunca hiciste nada malo. Creo que ninguna de las dos, al menos.-  Dijo con amargura.
El silencio se hizo presente una vez más, por un breve momento. Esta vez fue Lucy quien empezó a hablar.
- No creo que haya nada de malo en nosotras. Quizás solo somos diferentes. Quizás... No lo sé. - acabó por rendirse.
- Hay que averiguar de que va esto - dijo Lena mientras alzaba la mano donde tenía marcada la luna de la diosa. Parecia temerosa de actuar y activar su poder, por lo que su hermana se sintió impulsada a actuar primero.
Abrió la mano y estiró el brazo hacia un rincón de la habitación, y ordenó:
- ¡Sal!
Nada ocurrió.
- ¡Guardián! ¡Sal!
Nada
- ¿Es que acaso me tocó un osito dormilón? - se quejó en alto, un tanto fastidiada - ¡Sal ahora mismo Guardián testarudo!
La marca de su mano se iluminó vivazmente y creo un torbellino de energía dorada, formando una pequeña nube sobre el suelo que lentamente fue tomando forma, convirtiéndose en un oso pardo cachorro, que al verla se dirigió entusiasta en cuatro patas hacia ella.
- ¿Es un chiste, no? se supone que mi guardián debe ser fuerte para protegerme. Este se asemeja mas a un oso de peluche que a un temible oso pardo.
Se sentía desilusionada. No es que esperaba un gran animal salvaje, pero al menos quería un guardián de aspecto ligeramente temible... o al menos respetable.
- De acuerdo. Supongo que ahora me toca a mi. - Aun un poco temerosa y desconcertada por lo que acababa de ver, dio un paso hacia adelante y con la palma de la mano hacia arriba se concentro en su poder. Intento manifestarlo, pero nada pasó.
- Tal vez debas gritar y sacarte de quicio. A mi me funcionó.- le regaló una sonrisa forzada. Luego miro a su guardián y su sonrisa se desvaneció totalmente.
Lena lo intentó una vez mas. Y otra, y otra. Pero no ocurría nada.
Se hizo la noche y tuvieron que salir de la habitación. Sus padres intentaron no mostrarse afligidos, aunque era obvio que esperaban que las cosas se arreglaran lo antes posible.
Nadie hablo durante la cena. Max omitió cualquier comentario mientras miraba a Lucy con resentimiento por el puñetazo.
Al día siguiente ignoraron a todo el mundo camino a la escuela. No querían explicar nada a nadie, ya que aquella situación las confundía y las deprimía bastante.
Caminaban apenadas por el sendero a la escuela, cuando Toby decidió acercarse a Lena, incluso a pesar de las advertencias de todos. Lucy dio unos pasos para dejarlos a solas.
- ¿Qué ocurre? ¿Por qué esa cara larga?- Silencio absoluto - ¿Lena?
- No quiero hablar. - Contestó bruscamente
Elisa Silver se acercó a ellos, su expresión no era precisamente amigable. Nunca lo había sido.
A Elisa le gustaba Toby, por lo que odiaba a Lena. Y el haberse enterado que las gemelas Lesters no tenían las marcas como el resto de los Portadores, le había otorgado un arma para alejar a Toby de Lena.
- Oye, me enteré lo de tu marca. Que pena lo que les ocurrió.- A pesar de sus intensiones eran disimular su desagrado hacia Lena, la ironía de sus palabras podia notarla hasta un sordo.
Toby miro a Elisa con el seño fruncido, ajeno a lo que estaba ocurriendo
- ¿A qué te refieres? - Quiso saber él.
- Oh, ¿Lena no le contaste? - miro a Toby con fingida expresión inocente - Las pobresitas Lena y Lucy no son como nosotros. No fueron marcadas por ambos dioses.
Lena estaba completamente sonrojada, avergonzada. Le molestaba ser diferente, pero más le avergonzaba lo que Toby pudiera pensar. ¿Pensaría que era una friki?
- ¿Lena? ¿Quieres hablar de ello?- La voz del chico sonaba amable. Estaba realmente preocupado por los sentimientos de Lena. Ella le importaba mucho y no quería verla mal. Al verla tan triste supuso que no estaba pasando por un buen momento.
Lena interpretó su tono amable como lástima. Y se odió a si misma por ello.
- No. No quiero hablar.. de nada. - Se alejó a grandes zancadas de él. Pero él la alcanzó enseguida.
- ¿Qué ocurre?
- Nada, ¡No me ocurre nada!, ¿Por qué no me dejas en paz? - Lo último había salido como un grito y le sorprendió que su voz no se hubiese quebrado.
Toby la observó totalmente abrumado con su actitud. Ella nunca había actuado así. Lena lo observo airada un momento, pero entonces algo cambió.
En su interior sentía esa extraña sensación que había sentido el día anterior cuando ambos se habían besado. Como si estuviera completa e inundada de amor. De repente, como un golpe de lleno al pecho, una fuerte ola de celos y odio la sacudió. Alzo la vista y descubrió a Elisa observándola fría e iracunda.
De repente fue atacada por muchos otros sentimientos que no lograba comprender. Todas aquellas sensaciones y sentimientos la mareaban. Y hacían que se sintiera enferma. Todo comenzó a aturdirla. Se sentía mareada y todo giraba a su alrededor.
Hizo todo lo posible por alejarse de allí. Podía sentir la preocupación de Toby, pero no podía hablar. Todos sus sentidos se habían bloqueado y apenas podía caminar, mientras respiraba trabajosamente.
A penas había dado unos pasos cuando sintió unos delgados brazos redondo sus hombros, dándole soporte.
- No te preocupes. Soy yo - Escuchar a Lucy le brindo una nota de alivio, mientras seguía alejándose de allí, en dirección al bosque. Su hermana la ayudo a sentarse junto a la raiz de un árbol viejo. Aún se sentía agobiada, aunque su respiración se apaciguó un poco. Su hermana tomó y alzó su mano marcada para ver el interior. Como sospechaba, la luna estaba brillando.
- Lena, es tu poder. Intenta calmarte ¿Si? Todo saldrá bien. Respira despacio.- Intentaba hace lo que Lucy decía, Hasta que sintió la presencia de Toby allí. Al alzar la vista lo vio a unos metros frente a ella.
- Vete de aquí Toby - Le echó. Él dio un paso en su dirección, ignorando su orden. - ¡Aléjate de mi!
Su voz se oía quebrada a causa del reprimido deseo de llorar que sentía, por el hecho de pedirle lo que le estaba pidiendo. Toby se quedo inmóvil y se sentía herido por su rechazo. Ella lo supo al sentir el dolor de él.
- Quería verte. Me importa saber como estas.
- No quiero importarte. Vete de aquí.
- Pero... - había comenzado a hablar cuando Lucy lo interrumpió.
- Vete Toby. Sé que quieres ayudarla pero lo único que logras hacer ahora es provocarle más sufrimiento.
Él se maldijo por ello. Lena lo sintió, y produjo un grito mientras se retorcía por la intensidad de los sentimientos que la abrumaban tanto a ella como a Toby. Él quiso dar un paso hacia ella e intentar consolarla, pero se freno a si mismo al caer en cuenta que ello le provocaría más dolor.
Luchando contra su impulso, se volteó y se marchó de allí.
Cuando él ya estaba lejos de allí, Lena dejo de percibirlo y logró calmarse.
- Todo saldrá bien. Aprenderás a controlarlo, ya veras. - Lucy cayó en cuenta en que había sido estúpida al pensar que, el hecho de tener a un oso pardo cachorro como Guardián, era un chiste de mal gusto. Una oleada de culpa la atravesó al darse cuenta que Lena se llevaba la peor parte.
- Lucy, no te sientas mal.- Dijo Lena con una voz suave, señal de cansancio. Inmediatamente Lucy intentó bloquear sus sentimientos. Pero no lograba dominarlos con facilidad.
- No te preocupes por mi. Yo voy a estar bien... Todo va a estar bien
Aquel día ambas dejaron de ser las mismas.
Lena había renunciado a la compañía de la mayoría de las personas. Especialmente a Toby, que por alguna razón hacia que todo su autocontrol se derrumbara. Incluso después de aprender a controlar sus poderes, los evitaba.
Lucy no lo hacia, no le afectaba lo que las personas pudieran llegar a decir o pensar de ellas. Pero se obligó a si misma a bloquear sus sentimientos. Lo hizo por Lena.
Para ninguna de las dos era fácil, pero así fueron las cosas.
Al día de hoy ellas eran personas diferentes desde aquel día. Ambas debían controlar parte de ellas mismas por algún motivo. Ambas eran fuertes en su manera. Ambas eran diferentes a pesar de ser tan iguales.
Lucy era rebelde y todo le importaba un bledo. Lena se sentía dependiente de lo que los demás pensaran.
Pero aún así, a pesar de las diferencias, ambas eran tan unidas, como si fueran la misma persona.

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