Revista Literatura

Los Portadores - Capitulo 5 "Hermanos"

Publicado el 27 diciembre 2011 por Stefy @MiReflejoPapel
Acá les traigo el capitulo prometido. Vuelvo a pedir disculpas por el atraso y voy a intentar subir el próximo capitulo a tiempo.En este capitulo me divirtió mostrar reflejar una parte de vida cotidiana, que no voy a decir para no echar a perder la emoción del capi. Seguramente se darán cuenta de que se trata, de ahí el nombre.Espero que les guste.
Lucy estaba en el suelo aun con los ojos cerrados, esperando por la embestida del minotauro, con la certeza de que el impacto sería inevitable.
Por fortuna, este no llegó.
En su lugar solo oyó un sonido sordo mientras la tierra vibraba bajo sus pies. Al abrir los ojos, vio a la criatura caída a escasa distancia de donde ella se encontraba, siendo rodeada por la escamosa piel de Stacy; quien reptaba en dirección al cuello de este.
- ¿Acaso necesitas una invitación para levantarte del suelo? ¡Levántate! - Nunca en toda su vida se había alegrado tanto de oir las tontas ironias de su hermano Max. En realidad, nunca le había agradado su presencia.
- ¡No puedo creer que estes aqui! - grito entre el alivio y la histeria, mientras se ponía de pie.
- ¡Honestamente? yo tampoco.
Ambos dirigieron su atención hacia la lucha entre la criatura y la guardiana. Sin lugar a dudas, el minotauro intimidaba con su gran tamaño y la demostración de fuerza, pero Stacy era ágil y rápida. Su cola tenia estaba enroscada al rededor del cuello del minotauro, ahogándolo. Este se retorcía y daba manotazos para sacarse a la cobra de encima. Pero antes de llegar a tocarla, Stacy clavo sus colmillos en su cuello, conduciéndolo lentamente a una muerte segura.
El veneno de la Guardiana mataba al instante. El cuerpo sin vida del minotauro cayó inerte sobre el suelo.
- ¿Estas bien?- preguntó Max a su hermana, tras acercarse a ella y notar el temblor de su cuerpo.
- Eso creo - tanteó su cuerpo en busca de alguna posible herida, pero por fortuna no habia ninguna. Con asombro, como si acabara de aparecer frente a ella, miro a Max- ¿Que estas haciendo aquí? ¿Como supiste que te necesitaba?
- No lo sabia. Cuando oí el gran estruendo y vi lo que ocurría aquí afuera no supe que hacer.
< Corrí a la habitaciones de ustedes para asegurarme que estuvieran a salvo, pero no estaban allí. Debo confesar que me pegué un buen susto.
< Luego me dirigí a la puerta principal y las vi a ambas corriendo en esta dirección y supuse que se marchaban al comedor con mamá y papá...
En ese momento una gárgola pasó volando sobre ellos sin percatarse de su presencia. Max llamó a Stacy con voz suave para no delatarse, esta regresó a su mano y comenzaron a correr al comedor, intentando que los arboles los oculte de la criatura voladora.
Esta vez era Lucy quien llevaba la delantera y Max le pisaba los talones, a cada paso diciéndole que se apurara.
- Si quieres ir mas rápido, adelantate tu - le retó ya sacada de quicio a su hermano. Incluso aunque aquello la dejara sin aliento, no podía no discutirle.
- Si, ¿y dejarte atrás a ti? Ya te vi siendo capturada una vez... y no quiero que eso se repita - aquellas palabras fueron dichas con tanta seriedad que Lucy, por primera vez, no replicó.
Un graznido se oyó a sus espaldas, pero no fue necesario voltearse para saber que se trataba de la gárgola que habían visto anteriormente, y que ahora seguía sus pasos.
-¡ Apúrate!-  Le gritó Max con alarma. Ambos aumentaron la velocidad de sus pasos tanto como podían.
Pero fue inútil.
Clavando sus garras en los hombros de Lucy, la gárgola, la capturó y comenzó a acender.
Lucy intentaba deshacerse del agarre de la criatura, aun a pesar que la distancia que la alejaba del suelo era peligrosa.
Ascendían lentamente cuando tanto la criatura como la chica fueron golpeadas por una poderosa descarga eléctrica. Al tiempo que Lucy profirió un grito de dolor, la gárgola rompió a chillar. El chillido era agudo y lastimoso; por un instante Lucy no supo si era mas dolorosa la descarga o el chillido.
Mientras la descarga aun recorría sus cuerpos, conectadas por las garras de la bestia, ésta acabo soltando a su presa a la vez que su cuerpo seguía sacudiéndose.
Lucy caía a penas consciente de ello, la descarga la habia dejado muy aturdida. Hasta que el golpe contra la superficie le sumo un fuerte dolor en uno de sus hombros, devolviendole un breve instante de lucidez.
Quedo tendida en el suelo, incapaz de mover un musculo, ya que aun sentía que estos se tensaban repentinamente en un intervalo de segundos.
Max vio caer a su hermana desde la altura y lamento haberla herido al usar su poder.
No obstante, aprovecho la conmoción de la criatura para dirigirle una descarga incluso mayor que la anterior ¡Nadie se mete con mi hermana...Excepto yo! pensó, mientras extendía sus manos manos hacia la grotesca y verdosa bestia con intención de destruirla.
Nunca se había sentido tan furioso en toda su vida. A pesar de que vivían peleando y discutiendo, casi siempre por sus provocaciones, él adoraba a Lucy y Lena y se juraba en silencio que jamas dejaría que nada malo les pase. No si podía evitarlo.
Aquella última descarga dirigida a la bestia fue sin duda la mas larga y poderosa que se había atrevido jamás a crear. Pero al ver a la gárgola seca como si fuera de tierra, en el suelo, supo que habia merecido la pena.
Caminó hacia ésta a paso lento, agotado. Utilizar su poder a toda potencia le robó casi toda su energía vital, y eso le pesaba.
Deteniendose cerca de ella, le pateó y vio que su cuerpo se partía. Como quien patea un castillo de arena seca, esta se desintegró y se convirtió en polvo al instante.
- Eso te pasa por meterte con mi hermana. Criatura abominable y fea. - Se dirigió a la bestia con desprecio.
Luego camino hacia donde se encontraba Lucy, y sintió alivio al verla con los ojos abiertos, aunque distraídos; y su respiración levemente apaciguada. Aun así se veía terrible.
- Lucy - La llamó con voz tranquilizadora - ¿Estas bien?
Un gemido fue toda su respuesta. Supongo que es un sí.
- ¿Crees poder caminar?
Lucy había intentado pararse, pero siquiera logró sentarse. Su cuerpo estaba siendo abrazado por un dolor intenso y en su brazo izquierdo sentía como algo liquido y espeso lo acariciaba. Estaba sangrando.
Al percatarse de la sangre, Max intentó quitarle la filosa roca que atravesaba su brazo. Tomó su brazo sano y lo llevó detrás de su cuello, luego acomodó sus brazos una bajo su espalda y otro bajo las piernas y la alzó. Dio unos pasos atrás para recuperar el equilibrio.
En circunstancias normales no habría tenido problema alguno en carga con ella, después de todo Lucy era delgada y ligera. Pero tan agotado como estaba, apenas podía sostenerse en pie con el peso de su hermana en sus brazos.
- ¡Maldición, Lucy! Será mejor que intentes bajar de peso- Siquiera en esa situación, lograba controlar su impulso. Era un auto-reflejo: no podía dejar de molestarla.
Un debil "Cállate" salio de los labios de Lucy, y Max supo al instante que, si aún replicaba, sobreviviría.
- Tu cállate- objetó él, aunque sonreía- y será mejor que gastes tu energia en rezar por que no nos encontremos otra de esas "cosas" en el camino.
No supo si Lucy rezó o no, pero agradecio a los Dioses por poder llegar al comedor y ver alli a Lena, sana y salva... y con Toby.
Já... Al parecer no todos la pasaron tan mal después de todo

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