POr ello, prescinde de todo aquello que no te aporte nada, de los obejtos , de las personas, de todo lo que te reste tiempo y energía, y conserva tan solo lo verdaderamente imprescindible, como aquellas personas que se merecen tu mejor versión, dedícales lo más preciado que tengas, como tu tiempo, tus abrazos, tus sonrisas, tus palabras, porque cuando te des cuenta de que todo lo demás es prescindible, habrás malgastado mucho de tu preciado tiempo. Así que... ¡¡¡respira y vive!!!
Y recuerda que cada uno de nosotors tiene un camino que recorrer, que nadie debería juzgar porque, cada cual tiene sus propias pruebas y metas. Debemos deshacernos del pasado que tanto duele, que tanto marca. Soltar el lastre que nos atrapa y disfrutar de las pequeñas cosas porque son las que hacen grande nuestra vida. Rie, ama y respira. Si no sale bien, conviértelo en una experiencia más de la que aprender y si sale bien, disfrútalo mientras dure. Vive y respira, que tal vez mañana no vuelvas a tener la misma oportunidad. Respira la vida, respira la vida, respira la vida...