Esta entrada la voy a dedicar a los escritores que publican por publicar en las plataformas más conocidas, como Amazon, Kobo, Tagus, etc. Digo esto porque leí hace poco un artículo de George Parker: Cheap Words,
Amazon is good for customers. But is it good for books? Palabras baratas, Amazon es buena para los clientes. ¿Pero esto es bueno para los libros?Aunque el artículo tiene un par de años, la situación, específicamente la que corresponde a la mala fama que acarreamos los que publicamos por Amazon, hoy tiene más vigencia que nunca y se lo debemos a la enorme cantidad de gente que se cree capacitada para publicar y se pone muy oronda el título de "escritor", ya sea en su blog, en sus perfiles de Facebook, de Twitter, o donde sea que figuren en las redes sociales, sin ser verdaderos escritores. Es más, algunos ni siquiera han terminado de escribir el libro y ya tienen el título de escritor.Es un hecho que hay muy buenos escritores que autopublican en Amazon, pero también lo es que hay demasiada basura. Da pena abrir la muestra de algunos libros y ver que en la primera página cometen errores de bulto. A veces las portadas y los títulos son tan buenos y llamativos que supongo los lectores caen en la trampa sin fijarse primero en la muestra gratis. Un error que jamás deberían de cometer, pues para eso existe. Se pueden leer cuatro o cinco capítulos de la novela antes de adquirirla.
Creo que debo hacer una aclaración porque existe cierta confusión en cuanto a lo que significa "Autor Independiente". Yo me considero una Autora Independiente. ¿Por qué?
Porque elegí autopublicar. No tengo un historial de rechazos editoriales, y he publicado a través de ellas, pero mi experiencia no fue la que esperaba. Tal vez pequé de impaciente y quise ver resultados en poco tiempo, tal vez mis novelas no fueron lo suficientemente buenas como para que se convirtieran en éxitos. Pueden existir muchas causas, pero pasaron por la criba de casas editoriales importantes y fueron aceptadas de manera rápida y sin contratiempos.Porque como autora independiente puedo escoger con quién publicar. Si Amazon tiene muchas ventajas, una de las más importantes es que un libro bien escrito puede alcanzar buenos lugares (también los mal escritos), y son las editoriales las que nos buscan para publicar esos mismos libros que alcanzaron ventas de muchos miles de copias. Antes era impensable que una editorial se interesara en un libro que no sea inédito. Con Amazon esa visión cambió, porque vieron el filón que tienen algunos autores. También es de gran ayuda la autopromoción que hacemos de nuestras obras; yo he sido contactada por editoriales a través de Twitter, y mis libros en francés están siendo traducidos por una editorial que me encontró en Facebook y en mi blog.
Porque como autora independiente puedo elegir qué libro publicar, cuándo hacerlo, qué precio poner, elegir la portada que más me guste, y cobrar puntualmente. Pero también puedo estudiar las propuestas que me ofrecen las editoriales, y escoger la que mejor me convenga.
Porque como autora independiente puedo tratar directamente con las firmas interesadas en mis libros para convertirlos en otros formatos como el audible, o estudiar una propuesta para una traducción de cualquiera de mis novelas. Y somos varios los autores independientes que no tenemos problemas para publicar al mismo tiempo también por editoriales regulares, no soy la única.
El autor autopublicado lo es porque no le queda otro camino. Después de haber presentado su libro o manuscrito a varias editoriales ha sido rechazado en todas, excepto las de coedición, obviamente; es entonces cuando se deciden a publicar por Amazon. En algunos casos les va genial y su libro llega a las alturas. En otros no lo logran. Creo que estos últimos deberían estudiarse y releer y corregir a profundidad sus escritos, pues no solo se dañan ellos, dañan a los buenos escritores que publican en Amazon.
También se da el caso de escritores muy buenos que no logran vender demasiado y muchas veces me pregunto la razón de que esto ocurra. Puede deberse a que la mala literatura que se vende en Amazon ha acostumbrado a cierto tipo de lectores a leer historias fáciles con finales felices, o novelas que se escriben en un dos por tres y son lanzadas como churros para satisfacer una generación de lectores poco habituados a la lectura de los clásicos, porque de hecho estamos viviendo una era cultural fomentada por la televisión desbordada de programas de baja calidad que se ocupa de la vida y milagros de gente de la farándula o de los talk shows y pretenden pasarlos como "testimoniales". Lo cierto es que la baja calidad de los lectores es preocupante, y estos buenos escritores no encuentra público para sus obras.
No es verdad que los que vendemos mucho es como consecuencia de las "amistades" que tenemos en Facebook o en cualquier red social. La mayor parte de las personas que leen mis libros son completos desconocidos; dejan de serlo después de que me envían sus cartas o contactan conmigo a través de Twitter o Facebook, no al revés. La mayoría de mis amistades son escritores, y ellos pocas veces leen mis libros. Están más interesados en vender los suyos.
Tampoco es cierto que los comentarios sean producto de una confabulación amistosa. Tengo comentarios de todo tipo, buenos, regulares y malos, y en general hay algunos escritores que escriben de manera muy mediocre y me han dejado comentarios de tres o cuatro estrellas. Con esto no digo que mis novelas sean obras de arte, pero hay quienes Miran la paja en el ojo ajeno y no miran la viga en su ojo. Así que cuando de lectores se trata prefiero que no sean escritores. Claro que hay excepciones.En suma, lo que me parece importante es que tratemos de elevar la calidad de lo que publicamos en Amazon y demás sitios similares, porque a la larga saldremos perdiendo todos. Llegará un momento en que los lectores dejarán de prestar atención a los autopublicados independientes y se limitarán a leer solo a los autores consagrados, entonces nos veremos obligados a publicar solo por editoriales, lo cual no es lo que más conviene.
¡Hasta la próxima, amigos!
Blanca Miosi