Los reyes de España en Cuba

Publicado el 27 noviembre 2019 por Elizabeth Garcés @Elizabe18542408

Los reyes de España, Felipe VI y Letizia Ortiz pasaron por la Cuba revolucionaria de la dictatorial dinastia de los, ya famosos, hermanos Castro. Fue anunciada como la ” visita historica “, la primera realizada por un Monarca español a la isla.

Los reyes fueron a Cuba pero… ¿ fueron realmente a la Cuba comunista ? , esa es ya otra historia. Que aterrizaron en La Habana es un hecho, puesto que no se reunieron con los disidentes pero existe una foto de muy mal gusto, por cierto, en la que se les ve posando ante la enorme imagén del tal  ” Che ” Guevara, ese que asesinó a tantos cubanos y que en la actualidad domina una parte de la Plaza de La Revolución, junto a la estatua del poeta José Martí. Gran humillación para Martí el tener que estar tan cerca del asesino de la Cabaña, porque así le decían a Guevara y se ganó tal calificativo ” gracias ” a los muchos que mando asesinar en aquel lugar llamado La Cabaña.

Volviendo a los reyes; una visita que hace que el corazón de tantos y tantos cubanos que han sufrido por las atrocidades de la dictadura, de un bestial vuelco en el pecho porque sus Majestades dan la espalda a la desesperación de todo un país mientras que, ofrecen luz a los verdugos que actúan en la isla.

Doña Letizia se dio su paseíto junto a Lis Cuesta, la flamante ” primera dama” cubana. Recorrieron algunas calles de La Habana mientras que Felipe VI estrechaba la mano del presidente Diaz Canel, el hombre al que Raúl Castro pusó en ese puesto por iniciativa propia ya que el pueblo no tuvó ninguna manera de oponerse. No hubó elecciones, nadie les consultó y ante tales signos de falta de democracia evidente los reyes aterrizan en Cuba.

El rey Felipe VI ofreció un discurso durante la cena organizada por la dictadura, elogió muchas cosas: la historia que une a ambos países, la cultura cubana y alguna que otra cosilla más, en fin, dijo lo que se dice siempre en tal ocación y que tal parece ser siempre lo mismo. Mencionó su deseo de ver a Cuba entrar en el camino de la democracia como lo hiciera, en su momento, España. Hizó alusión a las libertades que son necesarias en la isla pero no por eso se merece una medalla puesto que,  el estar sentado a la mesa del tirano ya lo convierte en cómplice.

Durante la estancia no les faltó de nada y, seguramente, no pensaron en el cubano de a pie que no tiene comida, ni medicinas ni el menor derecho de existir. Los reyes se encontraban con los dictadores y,  posiblemente,  fuera más que suficiente.

Vieron lo mejorcito del país. Asistieron al ” circo” organizado por los ” dueños” de Cuba pero no pusieron ni un pies en las cárceles repletas de gente inocente que no ha cometido un único crimen: no estar de acuerdo con la Revolución de Fidel Castro. No asistieron al terrible cotidíano de una miserable familia que no sabe qué poner en la mesa para subsistir.

No hubó ningún frente a frente con la realidad cubana, ellos fueron a lo suyo. Todo al margén del horror comunista. Los reyes pasaron muy por encima de la verdad al puro estilo cubano. Que pena de viaje. Que pena de personajes.