A menudo me dicen que para hacer dinero hace falta pasar por encima de los demás; que así se han amasado las grandes fortunas. Cuando se revisan las biografías de los muy ricos -las que no están hechas por admiradores-, parece que es cierto. No es que todos roben o maten, sino que hay maneras legales de aprovecharse de la miseria de otros, y a veces el modo de hacerlo está tan en el "espíritu de la época", que es difícil encontrarle algo criticable.
Sin embargo, cada vez que encuentro el ejemplo de una persona íntegra que ha construido su fortuna con decencia, sé que es posible otra cosa. Tal vez son sospechosas todas las acumulaciones del tamaño que es imposible usar-gastar en una sola vida; pero es posible ser rico y ser persona de bien.
Silvia Parque