A estas alturas y con el panorama actual, los que hoy observamos con atención una traición en toda regla a los trabajadores (y pueblo en general), nos hacemos siempre la misma pregunta: ¿por qué la izquierda no despega de una vez? O la variante: ¿es que no hay una izquierda fuerte en este país?
Con la típica verborrea de siempre, el PSOE se vendió hace mucho tiempo como "la izquierda" en este país. Durante un largo tiempo, y repitiendo siempre los mismos métodos, hemos asistido prácticamente impotentes a cierta propaganda y noticias que destacaban la gran valía del PSOE como partido progresista y de izquierdas.Basándome en Anguita (aunque el se refería al PSOE zapaterista), tengo que decir que el PSOE no es un partido de izquierdas: es un partido progresista.
"Es neoliberalismo puro y duro, lo que pasa es que hay ciertas gotitas de cuestión progre, que está muy bien. Pero a mí lo que me mide un hombre de derechas o de izquierdas es la contradicción capital-trabajo, el problema de los trabajadores."La necesidad de una izquierda transformadora, alternativa y anticapitalista se antoja vital para hacer frente y evitar los ataques continuos del neoliberalismo (tanto el del PP como el del PSOE) a los trabajadores.Esta cuestión no es baladí y necesita de un proceso ágil que culmine con una izquierda fuertemente cohesionada sobre los valores socialistas.
Los sindicatos, con sus pros y contras (que ya entraremos en ello), son un elemento de unidad y fortaleza de los trabajadores. Deben servir como voz coherente de las necesidades de los trabajadores; sobre todo en tiempos como estos en los que se intensifican los ataques de un gobierno que está de rodillas ante la banca mundial.Durante un largo periodo de tiempo los sindicatos han sido dialogantes con el Gobierno de Zapatero, se han mostrado cercanos al diálogo social y han mostrado confianza en que dicho gobierno emprendiese medidas sociales para salir de la crisis.
Es hora de que los sindicatos mayoritarios, en bloque, promuevan un apoyo a la verdadera izquierda española, como esta promueve un apoyo a los sindicatos.Por eso es vital construir una especie de "frente de izquierdas" que pueda conseguir un apoyo más o menos grande en las próximas elecciones para desarrollar un programa transformador y anticapitalista. En este frente deben tener cabida, además de los sindicatos, los partidos y agrupaciones que han venido promoviendo un programa socialista y alternativo, con la ayuda de los movimientos sociales y las asociaciones de vecinos que quieran sumarse en la construcción de una alternativa real y de izquierdas.
Las traiciones del gobierno de Zapatero a la clase trabajadora deben quedar reflejadas en las urnas (en las autonómicas y en las generales) ejerciendo el verdadero voto útil.Si los sindicatos se introducen de verdad en el debate, podrán lograr que las medidas que solicitan lleguen a realizarse sin la necesidad de dialogar con un gobierno vendido a la banca y que ha dado de lado totalmente a los trabajadores y a la izquierda.Y no solo eso, si no que podrán lograr que el proyecto fuerte de una izquierda alternativa y anticapitalista, no sea únicamente cuestión de soñar, si no que sea real y tenga opciones de realizarse.
Se puede conseguir un verdadero progreso (que ya toca) en cuestión de derechos para los trabajadores; que son los que, al fin y al cabo, movemos el país.