Los sustitutos (Surrogates)

Película de ciencia ficción, dirigida por Jonathan Mostow, desprovechada totalmente, y que tiene como único balance a su favor, la presencia de Bruce Willis.
No me gusta hablar mal de las películas (y lo sabéis), pero las dos últimas que he visto, no me han gustado mucho. Esta última, prometía mucho con su argumento, pero se ha quedado a medias, sin fuerza.
En un futuro, los humanos tienen la oportunidad de vivir sus vidas a través de un robot, que es una versión mejorada de si mismos (o es lo que se intenta, porque la pinta que le clavan a Willis, dista mucho de la que tuvo en su juventud, y yo aún recuerdo al simpático gamberro de Luz de Luna). Controlados a distancia, permiten vivir la vida sin ningún riesgo, no hay peligro de contagio de enfermedades, y el crimen a bajado a niveles ínfimos. De pronto, matan a un joven a través de su sustituto, lo que pone en guardia a dos agentes del FBI (Willis y Rhada Mitchel), ya que resulta ser el hijo del creador de los sustitutos. Willis, pronto se dara cuenta, de la falsedad de vida que viven.
El argumento, daba para mucho, y la idea me atraía un montón, pero un cúmulo de despropósitos por parte de la dirección y de la producción, hacen que se convierta en una película ligera sin ninguna pretensión (costo unos 80 millones de dolares, !por Dios¡).
La acción corre sin sentido, y los personajes no se desarrollan lo suficiente. No he leído el comic en el que esta basada la película, pero como he leído en Cine más comics, dista mucho del film. El personaje del profeta, es rídiculo, y es una pena desaprovecharlo, con un actor de físico como Ving Rhames.
Los actores están correctítos, y tan solo destaca el trabajo de Willis, que cumple con su trabajo, y aparenta saber en la película que se ha metido. Rhada Mitchel, bastante hace con el personaje que le ha tocada, pues no esta nada desarrollado, y bastante prescindible.

Mostow, debería de pensárselo muy bien el volver a ponerse tras la cámara, pues desde la magnífica Breakdown, ha caído en un pozo que no se si tiene fondo, espero que sí.
Odio hablar mal de una película, pero no he tenido más remedio, y más aún en un género que me gusta tanto.
De todas maneras, la película se puede ver como puro entretenimiento, y sin grandes pretensiones, y siempre es un gustazo ver en pantalla a un monstruo del cine como Bruce Willis.