Los trapos sucios se lavan en casa, 28 de septiembre de 2015

«Bajo una capa protectora de mitos se había querido negar la existencia del fenómeno [la violencia de género] o cuestionar su carácter de problema social. Creencias falsas, que a fuerza de repetirse han ganado arraigo en la colectividad y se han extendido en el imaginario social. Ejemplo de ello lo tenemos en expresiones como: los trapos sucios se lavan en casa, que refuerza el aislamiento en que se encuentran las mujeres víctimas de la violencia en el hogar, así como su resignación de aguantar cualquier agresión» (María Teresa López de la Vieja et allii (eds.): Bioética y feminismo: estudios multidisciplinares de género. Salamanca: Centro de Estudios de la Mujer, Ediciones Universidad de Salamanca, 2006, p. 218). Texto extraído del Centro Virtual de Cervantes